Murió un obrero que cayó al vacío en un obrador de B. Norte

La rutina de trabajo se alteró ayer de repente en un obrador del barrio Norte platense, con el movimiento de un obrero que cayó al vacío y quedó tirado varios pisos más abajo, entre los restos de un montículo de ladrillos. Los que pudieron vencer el estupor corrieron a ayudar a su compañero, mientras otros llamaban a los servicios de emergencia, desesperados.

Los policías y una ambulancia no tardaron en llegar, pero nada pudieron hacer para torcer el trágico final de esta historia. El hombre, identificado oficialmente como Ricardo Casco Ozuna, murió antes de que llegara la asistencia. Tenía 38 años.

“mal movimiento”

El hecho sucedió alrededor de las 9 de la mañana de ayer en un edificio en construcción situado en 12 entre 39 y 40, donde hacía ya un buen rato que trabajaban los obreros.

“La obra tiene habilitación municipal desde agosto de 2014, con un plazo de ejecución previsto en 36 meses”, dijeron a este diario desde la Dirección de Obras Particulares de la comuna.

Por lo que se pudo reconstruir en la causa, en base al relato de testigos, Casco Ozuna estaba en un sector del décimo piso cuando se precipitó al vació y quedó tendido ocho niveles más abajo. “Sus compañeros dijeron que tenía el arnés de seguridad colocado, pero que se lo había desprendido un rato antes y justo entonces hizo un mal movimiento”.

El hombre quedó tendido, inerte. Minutos después arribaron los policías de la Local, el Comando de Patrullas y la comisaría Segunda. Todos se encargaron de apurar a la ambulancia, ya que era evidente que la situación de la víctima era crítica.

No obstante, los médicos no pudieron hacer otra cosa que certificar la muerte del operario.

A partir de ese momento, los policías preservaron la escena hasta la llegada de los peritos de Científica que se encargaron de relevar algunas cuestiones para aclarar cómo ocurrió lo que, en principio, parece un accidente.

“Sabemos que estaban realizando una losa en el piso de donde cayó la víctima”, comentó una fuente oficial, agregando que, a priori, “no se detectaron fallas de seguridad flagrantes”.

De cualquier modo, los peritajes recién están en su etapa inicial. Mientras los especialistas completaban estos trabajos dentro de la obra, los compañeros de Casco Ozuna permanecían en la vereda, parados entre los chapones que resguardan la edificación y las cintas de vallado rojas y blancas, con la leyenda “peligro”, de la policía. En silencio, algunos lloraban.

Otros charlaban entre ellos o con los agentes de la Local. Unos pocos, que se alejaron unos metros, decidieron esperar en la plaza Belgrano, justo antes de que comenzara a llover.

traslado

Un par de horas después de que se desencadenó la tragedia, los peritos retiraron el cuerpo de Casco Ozuna para trasladarlo hasta la morgue. Allí se le practicará la autopsia, a pedido de la fiscalía que tomó intervención en el hecho, la 14, de Delitos Culposos.

Los testigos directos del episodio -los compañeros de la víctima- fueron a la comisaría Segunda para ofrecer su testimonio. Allí se iniciaron las actuaciones caratuladas como “muerte por accidente”.

Poco a poco, la cuadra que se convulsionó con el deambular de peritos, policías, y emergentólogos, fue recuperando la rutina.