Otra protesta en el Centenario para reclamar por la muerte de un joven

A última hora del domingo 15 de febrero, sobre el camino Centenario a la altura de 489 (ex Lacroze), apareció muerto de un tiro Matías Domínguez (18). A 20 días del hallazgo, que a esta altura de la investigación se cree que se trataría de un homicidio, sus allegados aún no saben qué pasó. Y por eso salieron por segunda vez a la calle a reclamar por el esclarecimiento del caso.

Lo hicieron cortando el tránsito en la esquina donde el muchacho fue hallado con un balazo en el pecho. Ya habían salido a protestar de la misma forma cuando se cumplió una semana. La manifestación de ayer arrancó pasadas las 18 y planeaba estirarse hasta las 21. Eran alrededor de 50 personas.

Sobre las dos manos del Centenario y, con carteles de cara a 489, una de las calles más transitadas de esa zona de Gonnet, se concentraron los amigos, familiares, vecinos y hasta los compañeros de escuela de Matías. Alrededor, el tránsito vehicular era caótico.

”TODAVIA NO SE SABE NADA"

En un balance de cómo viene la causa, al parecer “es muy poco lo que se pudo averiguar de nuevo. Todavía no sabemos nada sobre lo que pasó”, expresó Gabriel (29), su hermano.

No obstante, el hombre se encargó de remarcar que para él se trató de un asesinato. En primera instancia, los policías que fueron a ver el cuerpo sin vida de Domínguez dudaban acerca de si lo habían matado o si se había suicidado.

“Pero ahora en el expediente figura como un homicidio. El no tenía ningún motivo para suicidarse, porque no estaba deprimido y hacía su vida normal”, subrayó Gabriel en diálogo con EL DIA.

Sobre su hermano contó que “llevaba una rutina como cualquier chico, andaba con una chica, iba a la escuela 81 de Villa Castells y cada tanto hacía changas”.

En las primeras horas de encontrado el cadáver, varias fuentes policiales se apuraron en remarcar que “Domínguez tenía antecedentes penales”, respaldados por el hallazgo de un arma entre sus ropas. Su familia lo rechazó de plano.

LAS SOSPECHAS

Firmes en creer que a Matías lo mataron, Gabriel deslizó algunas de las sospechas que acompañan a su hipótesis: “Habría un testigo anónimo, que algo vio... Y en el barrio se comentan muchas cosas. Se habla de un comisario que lo tenía amenazado y con el que mi hermano ya había tenido problemas”.

“Siempre que pasaba con el auto y lo veía le decía algo a Matías, porque él andaba por esa esquina: vive cerca y tiene amigos por ahí. Cuentan que más de una vez este hombre le tiraba el auto encima”, siguió Gabriel.

El otro aspecto sobre el que plantearon desconfianza es por el hecho de que la cámara de monitoreo que hay en la esquina no alcanzó a captar el momento de la muerte. Para las fuentes oficiales se trató de algo casual, porque “el domo va girando y justo no filmó esa parte”. Para los Domínguez eso también es al menos llamativo.

En lo poco que coinciden las dos voces es que, por la forma en la que entró el balazo y por el arma con la que se infligió, todo habría sido un crimen.