Perpetua para un policía por el crimen de Christian Domínguez

Más de 10 años después del asesinato de Christian Domínguez en la comisaría primera de Berisso, el Tribunal de Casación bonaerense endureció la condena contra el policía acusado de matarlo y mantuvo los montos de las resueltas contra otros dos, que participaron en el hecho.

El padre de Christian confirmó que el sargento Víctor Gómez, que había sido sentenciado a 14 años y 8 meses por el “homicidio simple” de Domínguez, recibió ahora la pena de prisión perpetua, mientras que mantuvieron las penas para el subcomisario Luciano Príncipi y el oficial Germán Cernuschi, condenados a 4 y 3 años y seis meses de cárcel respectivamente, en ambos casos por el delito de “privación ilegítima de la libertad”.

Así lo resolvió la Sala V de Casación, integrada por los jueces Martín Manuel Ordoqui, Federico Domínguez y Fernando Mancini.

EL CASO

Christian Domínguez tenía 30 años cuando fue detenido en la calle por estar ebrio. Lo llevaron a la comisaría de Berisso. Y el 5 de febrero de 2005 su cuerpo apareció en una celda con un cinturón al cuello. La primera versión policial habló de un suicidio.

Después de una larga instrucción, en la que fueron removidos tres fiscales, en septiembre de 2012 el Tribunal Oral 3 de La Plata confirmó que Domínguez había sido asesinado y condenó a tres policías a penas de entre 3 y 14 años de prisión, desechando el pedido de la fiscal Rosalía Sánchez, de cadena perpetua para los imputados, por el delito de “torturas seguidas de muerte”.

Seis detenidos relataron en el juicio que “escucharon los golpes” que le aplicaban los tres policías mencionados. Los jueces desecharon la existencia de torturas porque si bien admitieron que la víctima fue golpeada por los policías, la agresión “no fue grave o intensa”.

Domínguez estaba realizando un tratamiento para superar su adicción y tomaba pastillas. Un perito sostuvo que dada la situación en que se encontraba el joven, su única posibilidad “era dormirse”, lo que marca el grado de indefensión en el que se encontraba.

Durante la larga etapa de instrucción, fueron recusados por la familia y tuvieron que dejar la causa tres fiscales.

Después de una primera autopsia en la que se confirmaba la versión policial del suicidio, la familia logró la exhumación del cuerpo y allí se confirmó que la muerte se produjo por asfixia por presión manual. Le apretaron el cuello en dos oportunidades y luego, aunque advirtieron la gravedad del estado del joven, no le dieron atención médica. Luego de la segunda autopsia, el cuerpo de Domínguez estuvo ocho años en la Morgue de La Plata, hasta que en febrero de 2013 lo depositaron en un nicho.

En el juicio el sargento Víctor Gómez recibió la pena más grave, pero estaba lejos de la perpetua pretendida por la familia, que ahora avaló Casación. Principi y Cernuschi ya están libres.