Video: por el miedo, hay comercios de Tolosa que bajan las persianas

“Se alquila”, anuncia el cartel en la fachada de lo que todavía parece una carnicería, pero ya no es. Es que en ese local de 116 entre 524 y 525 hace 12 días motochorros balearon en el hombro a un joven de 26 años que ni siquiera se resistió al robo. Al día siguiente, los vecinos de Tolosa realizaron una ruidosa protesta pidiendo seguridad por casos como ése y otros tantos en el barrio, así como aseguran que el cierre de la carnicería “no es un caso aislado”.

“Nos preocupa muchísimo la cantidad de negocios que van cerrando en nuestra localidad cansados de los continuos asaltos. En diez años hemos perdido la cuenta de comerciantes que han abandonado su actividad hartos de ser asaltados. Y los que permanecen abiertos por fuera de los núcleos comerciales del barrio, a las 6 o 7 de la tarde ya bajan sus cortinas”, dijo el dirigente vecinal Pablo Pérez, y agregó, “ni mencionar que prácticamente viven enrejados las 24 horas”.

En 116 y 526 una ferretería “tiene triple entrada para acceder”, mencionan los vecinos. Y detallan entre los negocios que cerraron, la panadería de 523 y 5; un ciber en 116 y 529; un kiosco en 116 y 530, y locales que funcionaban en 120 y 521. Aclaran que aunque no todos cerraron exclusivamente por el delito, los asaltos fueron un factor de peso para tomar esa decisión.

“NO QUERIA MORIR DETRAS DEL MOSTRADOR”

Quien sí decidió cambiar de vida cansada de tener miedo es Theo, una mujer de 66 años que hasta el 1 de agosto del año 2005 tuvo su negocio en 116 entre 530 y 531. “Primero fue kiosco, después almacén y por último supermercado”, cuenta, “pero le dije a mi marido que no quería morirme atrás de un mostrador”.

Theo no puede precisar cuántos asaltos sufrió, pero recuerda qué le pasaba después de la sucesión de empujones, amenazas y hasta aquella vez que le gatillaron a su esposo, sin que la bala saliera: “Me subía presión y me temblaban las piernas cada vez que entraba al negocio alguien no conocía”, revela.

Es que cuando abrió el local “todo era distinto”, reflexiona, añorando los tiempos del mate en la vereda y la confianza en el vecino.

“Cuando cerré -sigue- me fui a visitar parientes a Italia, me quedé unos meses y no quería volver al país”. Theo reconoce que extraña “a la gente”, pero “ni loca vuelvo a abrir un negocio”.

“Yo sería la mujer más feliz del mundo si pudiera volver a aquella época. Poder quedarnos en la vereda hasta las dos de la mañana”, reconoce, pero sabe que no corren buenos tiempos para eso.

Por lo pronto, los vecinos de Tolosa siguen movilizados y anticipan que mañana plantearán ante el secretario de seguridad del municipio esta problemática que volvió a quedar expuesta por estas horas con el cierre de la carnicería de la calle 116.

“Hay que defender a los pequeños y medianos comerciantes que con tanto esfuerzo trabajan, pagan sus impuestos y se ven absolutamente desprotegidos. Esta situación no se tolera más”, completó Pérez.