Sigue el misterio por el crimen de un menor en el barrio El Mondongo

El miércoles a las 6 de la mañana caía muerto de un tiro por la espalda un chico de unos 15 años, que aparentemente le había intentado robar a un policía. Mientras se investiga el episodio y los vecinos reclaman más prevención, ese agente todavía no fue encontrado.

Tan confuso está el tema por el momento que hasta se sigue dudando que haya sido un efectivo el que disparó. Lo poco que se conoce al respecto es que ese tirador abrió fuego con un arma en la cuadra de 115 entre 62 y 63 cuando, aparentemente, lo abordaron tres motochorros.

De ese presunto robo no hay testigos directos. Sólo hubo una mujer que “contó que se encontraba en 115 y 62 cuando vio pasar a una moto a alta velocidad y que escuchó unos estruendos. Y dijo que enseguida se le aproximó un hombre con un bolso, que le refirió ser policía del Cuerpo de Caballería, y que los sujetos de la moto le habían intentado robar”.

Fue de esa declaración, entonces, que nació la principal hipótesis que por estas horas manejan los investigadores: la de un efectivo que se resistió al asalto y que les tiró a los motochorros.

Ya herido de muerte, el menor que se había dado a la fuga en la moto, se desvaneció en 60 y 115, donde quedó muerto. De sus acompañantes no se tienen más datos.

Con el correr de las horas, se pudo saber que el fallecido formaría parte de la llamada “Banda de los Nenes” y que tendría reiterados ingresos en la comisaría novena por robos y otros delitos.

Lo que ocupa a los detectives por estas horas es identificar al tirador. Si bien la principal pista es la que se tiene por los testigos que hablaron de un policía que se defendió, esa posibilidad es sólo una de las que se manejan.

El paradero del tirador por ahora es un misterio.

El episodio, naturalmente, sorprendió a todos y volvió a ponerlos en alerta, con el agregado de otro homicidio salvaje, el del verdulero Eloy Quispe, la semana pasada frente a plaza Matheu. En este marco, se volvió a realizar la ya clásica reunión de inseguridad vecinal que se hace en la parroquia San Pablo, de 117 entre 66 y 67.

El grupo volvió a discutir las últimas novedades que hubo por parte de las autoridades. Algunas fuerzas como la Gendarmería, la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria fueron enviadas a patrullar los accesos al barrio, según contaron ayer.

“Los problemas son los de siempre. Más de lo que hacemos no podemos. Esperamos que nos escuchen y hagan más prevención, porque los robos a toda hora siguen como si nada”, se lamentó Daniel, uno de los vecinos.