Sigue prófugo el preso que se arrancó la pulsera electrónica

La indignación en el barrio El Mercadito de Tolosa va en creciente aumento. La reciente -y cinematográfica- fuga de Raúl Omar Vila, que impidió el inicio del debate previsto para el lunes pasado, donde iba a ser juzgado por el crimen de Oscar Alberto Gutiérrez, ocurrido el 14 de marzo de 2013, en 120 entre 516 y 516 bis, generó nuevas muestras de bronca y preocupación.

Ayer, un grupo de familiares y allegados a la víctima, volvió a protestar frente al Mercado Regional, en 520 y 116, donde interrumpió el tránsito en reclamo de justicia.

Como se sabe, Vila, que tenía un arresto domiciliario, se cortó la pulsera electrónica, con la cual era monitoreado desde el Servicio Penitenciario bonaerense, y decidió abandonar el domicilio que había fijado, en Berisso, con rumbo desconocido.

Anoche, de acuerdo a las fuentes consultadas por este diario, su paradero era un misterio. Y el temor en la zona del homicidio una constante.

“Tenemos miedo de que aparezca por acá para amedrentar a los testigos”, mencionó uno de los manifestantes.

Como se sabe, el Tribunal II de La Plata -integrado por los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr-, que tiene a su cargo el juicio oral, recibió el informe sobre la fuga del imputado.

Y de inmediato emitió una resolución en la que declaró su rebeldía e inició una causa por el delito de evasión.

Los mismos voceros explicaron que Vila había sido beneficiado con arresto domiciliario con el sistema de pulsera electrónica, en octubre del año pasado, por la Sala IV de la Cámara Penal local, “a partir de una presentación, que fue firmada por unos 300 vecinos”.

El Tribunal II de había opuesto en dos oportunidades a ese beneficio y la defensa recurrió ante la Cámara, que finalmente hizo lugar al arresto domiciliario del imputado con monitoreo de pulsera electrónica.

En la elevación a juicio se dio por acreditado que “el 14 de marzo de 2013, cerca de las 11,15, en 120, entre 516 y 516 bis, un hombre, que se encontraba discutiendo con Gutiérrez por cuestiones vecinales, se dirigió hasta su casa regresando de la misma con una pistola Magnum 357 y, y con intención de segar la vida del nombrado, le efectúa tres disparos que lesionaron la vesícula, pelvis y fémur izquierdo”.

La víctima fue llevada la hospital y murió a los dos días, mientras que el ahora acusado fue detenido en el mismo lugar del hecho, secuestrándosele en su poder el arma.