Sin rastros de la estudiante desaparecida

A 12 días de la misteriosa desaparición de la estudiante de Ingeniería Rut Avila Zambrana (19), la angustia y la impaciencia de su familia resultan cada vez más notorias.

Esto quedó ayer de manifiesto durante un nuevo contacto que este diario mantuvo con algunos de los allegados a esta chica que hasta el martes 18 de agosto vivía con sus padres y cuatro hermanos en el barrio La Granja.

Mientras tanto, personal del gabinete de Búsqueda de Personas de la DDI La Plata sigue adelante con la investigación sobre el paradero de Rut, hija de un matrimonio boliviano.

En este contexto, los pesquisas abrigan esperanzas -como lo informó este diario en su edición de ayer- de que la filmación de una cámara de seguridad del centro platense confirme que Rut se encontraba bien, pocos días después de la última vez que la vieron.

Por lo pronto, hasta ahora sólo hay indicios de que una chica de similares características fue tomada en uno de esos videos.

Si bien los investigadores manejan esta pista con marcada cautela, se trataría de uno de los caminos más firmes que se siguen para llegar a dar con Rut.

Por lo pronto, en la DDI se ha insistido en reclamar a la familia de la estudiante de Ingeniería que se mantenga “tranquila y confiada en que se está haciendo lo posible para encontrarla”, como volvió ayer a contar a este diario Mery Zambrana (23), prima de Rut.

Pero la desesperación de los padres y demás familiares de Rut crece con el correr de las horas. “Estamos todos muy cansados y mal anímicamente. Hay impotencia porque pasan los días y todavía no pueden encontrar a una chica que desapareció de día”, lamentó, antes de concluir: “La Plata no es una ciudad tan grande como para que no se sepa aún nada de ella”.

Mientras tanto, los allegados a Rut y estudiantes de distintas facultades de la UNLP siguen movilizados para encontrar a la chica y ya están abocados a organizar una nueva movilización para el próximo miércoles.

Así lo admitió la propia prima de Rut, quien además aportó que “será a las 13, partiendo de la facultad de Ingeniería para ir encolumnados hasta las fiscalías. Terminará frente a la Gobernación”.

A Rut le gusta tocar el violín y hasta su desaparición solía hacerlo en un templo evangelista situado a unas pocas cuadras de su casa, en 523 entre 144 y 145.