Tras muerte de cazador, piden renuncia de ministro de Seguridad de La Pampa

Una decena de organizaciones sociales, políticas, gremiales, estudiantiles y de derechos humanos exigieron hoy la renuncia del ministro de Seguridad de La Pampa, Juan Carlos Tierno, tras el crimen de un cazador el domingo último en la zona pampeana de Lonquimay, por el cual fueron detenidos dos policías de la provincia.

Las organizaciones denunciaron la política de "gatillo fácil" de las fuerzas de seguridad a cargo de ministro Tierno, mientras que un grupo de diputados provinciales criticó la política de seguridad en la provincia y exigió el esclarecimiento de los hechos.

En un comunicado de prensa emitido en forma conjunta y que firman representantes, entre otros, CTA, Patria Grande, Movimiento de Trabajadores Excluídos, Corriente Universitaria La Mella, Asamblea por los derechos de niños, niñas y adolescentes, La Cámpora y Organización Feminista Guapabanda, exigieron la renuncia de Tierno tras el crimen del cazador Santiago Garialdi.

El hecho ocurrió el domingo último en la zona de Lonquimay y, además de la muerte de Garialdi, resultó herido en una pierna un compañero suyo, Mario Arroyo, conductor de la camioneta con la que habían salido a cazar liebres para luego venderlas a 40 pesos.

Arroyo contó luego que esa noche transitaban por un camino cuando dos policías comenzaron a dispararles.

De acuerdo al relato de Arroyo no recibieron la voz de alto y los policías estaban ocultos entre las plantas en medio de la oscuridad de la noche, como en una emboscada, cuando recibieron los disparos.

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Garialdi, que iba en la caja, recibió un disparo en la cabeza que le provocó la muerte en el acto, mientras que Arroyo recibió un impacto en una pierna.
La camioneta quedó en llanta por los disparos y aún así pudo llegar al hospital de Lonquimay, que esta a unos 10 kilómetros de donde estaban, con su amigo muerto.

Arroyo relató que ellos no efectuaron ni un sólo disparo a los policías o al móvil policial, como luego la Justicia corroboró descartando un enfrentamiento entre cazadores y efectivos policiales, y declaró que cuando quedaron heridos y les pidieron apoyo a los policías, éstos huyeron.

Al dolor de los familiares de la víctima se sumó la solidaridad de más de un centenar de cazadores, vecinos y familiares, que se concentraron frente a la sede policial el mismo domingo a la noche para repudiar los hechos.

El fiscal de la causa, Guillermo Sancho, aseveró que “en principio no hay nada que indique que hubo fuego cruzado” y adelantó que los cazadores “iban por una calle”.

“Hay una persona fallecida, con un disparo de arma de fuego en la cabeza y estuvimos hoy a la madrugada en el lugar de los hechos. Podemos, según una primera impresión, decir que circulaban en un camino vecinal, en una camioneta. Dos iban en la cabina de la camioneta. Otros dos en la caja y circulaban de Norte a Sur, por un camino que queda entre Lonquimay y La Gloria”, dijo.

El fiscal relató a la prensa local que los cazadores "llegaban a una intersección con una calle, porque se cierra, había una camioneta de la policía del lado izquierdo y desde ese lugar es donde surgen los disparos. Habría por lo menos tres disparos en la camioneta de los cazadores. Uno en la puerta, que lesionó al conductor, otro más atrás y otro en la tapa de la caja de la camioneta; y uno más, que mató a esta persona que iba en la caja”, explicó.

El funcionario judicial destacó que los dos policías que estaban en el lugar fueron detenidos e incomunicados y para las próximas horas de espera la declaración del resto de los cazadores.

"Hoy están todos convocados a que presten declaración y la versión que tenemos es la de ellos, que en principio se condice con la escena del lugar, teniendo en cuenta el sitio donde se secuestraron las vainas servidas, que coincide con el lugar en donde estaba estacionada la camioneta y el ángulo de dónde salieron los disparos”, explicó el fiscal, para agregar que "en principio, la camioneta policial no tiene disparo".