Una jubilada corrió a dos chicos que querían robarle

Josefina, una jubilada de 88 años, quedó adelante de un par de adolescentes de 14 y 15 años que se habían metido por la fuerza en su casa. A uno lo enfrentó: “Era un mocoso, un chiquilín, por eso me lo quedé mirando. Me dijeron que me iban a matar si no les daba toda la plata. Y yo les dije que les iba a dar con el bastón. Ahí se fueron corriendo”.

De acuerdo a lo que se pudo reconstruir de vecinos y fuentes policiales, tres ladrones llegaron hasta la cuadra de 9 entre 60 y 61 el lunes a la noche. Eran dos varones y una chica, que se quedó en la vereda haciendo de campana.

Los dos forzaron y levantaron la cortina de una ventana que da a la calle. Probablemente, los ayudó la oscuridad y que no había nadie en la calle. En segundos, los dos intrusos llegaron hasta donde estaba la señora. “Creí que era mi sobrino”, aseguró la mujer, todavía asustada y nerviosa.

Pero ella comprobó, también muy rápido, que era un desconocido. “Amenazaron con matarla a golpes si no les daba toda la plata”, indicaron voceros policiales. La jubilada ratificó esa versión y afirmó que no le mostraron armas.

Josefina no se acobardó y se animó a hacerles frente: “No sé de dónde saqué fuerza, dios me ayudó”, reflexionó, durante una breve charla con este diario.

Un vecino se alarmó por los gritos que la señora empezaba a soltar, pidiendo ayuda. Los ladrones se dieron cuenta de que podrían atraparlos y decidieron interrumpir su intento de robo.

“La Policía llegó en dos minutos”, dijeron en la cuadra. Por esa celeridad fue que a los dos varones los atraparon, a uno dentro del domicilio y a otro enfrente.

“los nenes”

Al verlos comprobaron que se trata de dos miembros de un grupo de adolescentes a los que la policía bautizó como “la banda de los nenes”.

“Me permito mencionar que ambos menores de edad, en especial el de 14 años, cuenta con innumerables aprehensiones anteriores por delitos contra la propiedad y las personas, siendo que, en todas ellas, los distintos fiscales que intervinieron dispusieron su libertad (ver aparte)”, sostuvo un jefe policial.

Este nuevo episodio terminó de la misma forma: unas horas más tarde los menores estaban de nuevo en la calle. Josefina, en todo el día siguiente, quedó afectada por la angustia.