El corazón helado de Plutón sigue latiendo

Especial para EL DIA
de National Geographic

La característica más reconocible de Plutón es una planicie con forma de corazón, que sigue viva.

Al menos en términos geológicos.

Debajo de la mitad occidental de esa planicie aparentemente plácida, surge continuamente hielo de nitrógeno.

Al llegar a la superficie de Plutón y abrirse hacia los lados, ese hielo fresco borra cráteres y otros signos de envejecimiento planetario, con lo cual esta región, conocida como Sputnik Planum, luce eternamente joven.

Este tratamiento rejuvenecedor con hielo también traza sobre la superficie reveladoras marcas poligonales, formas que siguen cambiando con el constante avance de las capas de hielo de Sputnik Planum.

LATIDO

“No sólo es el corazón de Plutón, sino que además late”, dice Bill McKinnon, de la Universidad de Washington.

“Pasan cosas. Si regresáramos en 100.000 años, las marcas estarían muy alteradas”, añade el científico estadounidense.

Dos trabajos, publicados el primero de junio último en Nature, presentan el descubrimiento de que la convección producida debajo de la superficie está cambiando continuamente la cara de la planicie Sputnik y produciendo las marcas poligonales.

Los estudios difieren en detalles, como la profundidad de la capa de hielo de nitrógeno, pero la historia básica es la misma.

“Estoy más entusiasmado con las similitudes de los dos trabajos”, dice uno de los coautores del estudio, Alexander Trowbridge, de la Purdue University.

“Nuestros resultados son muy similares, que es lo que uno quiere ver en el campo científico”, destaca.

HIELO BURBUJEANTE

En julio del año pasado, cuando la nave New Horizons se acercó a Plutón, hubo una sorpresa.

La variedad de terrenos, colores y hielos de este pequeño mundo era muy impresionante como para haber sido esculpida por la mano helada del sistema solar exterior, donde escasea el calor, y pequeñas reliquias de los albores del sistema solar orbitan alrededor del sol en un gran disco de desechos inertes.

Uno de los rasgos peculiares de Plutón es la Sputnik Planum, que mide aproximadamente 1.200 kilómetros.

Su superficie suave y apenas poceada tenía un aspecto demasiado juvenil, sin los cráteres que se acumulan en superficies planetarias más antiguas, y parecía que los glaciares que bajaban de las montañas circundantes alimentaban el campo de hielo.

Una inspección más detallada reveló la red de formas poligonales ligeramente elevadas en su centro.

En ese momento, McKinnon sugirió que los polígonos podían ser obra de la convección existente bajo la planicie Sputnik, una región que es esencialmente un enorme reservorio de hielo de nitrógeno blando y maleable.

El proceso convectivo es comparable a un lento burbujeo, como el de las lámparas de lava o de una sopa de avena espesa hirviendo al fuego.

“Se ve que la superficie se separa en un terreno poligonal”, dice Trowbridge describiendo la avena.

“Si el fuego está encendido, los centros de los polígonos se levantan, pero si se apaga el fuego, los centros de los polígonos colapsan”.,destaca

Los elementos radiactivos en descomposición en el interior de Plutón siguen alimentando la cocina planetaria, y ese calor es suficiente para formar celdas poligonales de 10 a 40 kilómetros de diámetro.

“Son características únicas que realmente, en esta escala, no habíamos visto en ninguna otra parte del sistema solar”, considera Trowbridge.

REPAVIMENTADO RÁPIDO

En base a los nuevos trabajos, los equipos calculan que la superficie de la Sputnik Planum podría ser repavimentada totalmente en un periodo de 500.000 a un millón de años, lo que implica que la región se veía completamente diferente cuando los tigres diente de sable poblaban la Tierra.

Es un proceso geológicamente rápido que los científicos no esperaban ver en un mundo pequeño y congelado que vive, en promedio, cuarenta veces más lejos del Sol que la Tierra.

“En los límites más alejados del sistema solar, en un ambiente totalmente extraño, hay rasgos que no se verían fuera de lugar en la Tierra o en Marte”, escribieron Paul Schenk y Francis Nimmo en un comentario que se publica en Nature Geoscience.

Pero por otra parte, los dos equipos que informan sobre la convección difieren acerca del espesor de la capa de hielo de nitrógeno, y la respuesta exacta podría aportar datos sobre el origen del corazón latiente.

Por el momento, parece probable que la planicie Sputnik sea una cuenca de impacto de fondo plano que se ha convertido en una suerte de vaciadero planetario de nitrógeno.

Pero no está claro si ese nitrógeno se concentró ahí en principio por actividad del clima o glacial, expresan Andrew Dombard y Sean O´Hara en otro comentario que acompaña los trabajos.

Será necesario trabajar más para resolver estos misterios del corazón de Plutón y determinar si realmente es único. Quizás, dice McKinnon, algunos de los otros grandes mundos cercanos a Plutón, como Eris y Makemake, tengan características similares.

“Plutón está mucho más activo de lo esperado,” añade. “Tiene sentido que otros cuerpos sean al menos comparables por funcionar con su propia energía”.