Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

Literatura y terrorismo

Después de los atentados en Francia, auge en las ventas de la novela de Hemingway “París era una fiesta”. Libros que siguen a los atentados yihadistas. Repercusión de la última obra de Pilar Rahola. Los casos de Patrick Cockburn, Pedro Bierger y Salman Rushdie

MARCELO ORTALE

29 de Noviembre de 2015 | 00:24

El libro acaba de ser reeditado en Paris por una editorial necesitada de responder a una sorprendente demanda, nacida a partir de los últimos y cruentos atentados registrados en esa ciudad. Se trata de la novela de Hemingway “París era una fiesta” que, hace un mes se agotó luego de vender unos 500 ejemplares por día –a razón de unos 10 por librería- algo que obligó a realizar una nueva tirada de 15 mil ejemplares en la capital de Francia.

El libro no es nuevo: fue escrito entre las dos guerras mundiales del siglo pasado, allá por las décadas del 20 y el 30. Se trata de “una recopilación de memorias alegres del escritor estadounidense”, tal como lo define un anónimo cronista de la agencia AFP. ¿Qué es, entonces, lo que relanzó el interés por la novela?

“El libro del autor de “Por quien doblan las campanas” se ha agotado en las librerías. Se pueden ver ejemplares entre las flores y las velas depositadas frente a los cristales acribillados de balas de uno de los bares atacados por los yihadistas o en la sala de conciertos Bataclan, epicentro de la matanza que dejó 129 muertos y 352 heridos el 13 de noviembre”, dice el cable.

A partir de las crueles jornadas de París, la literatura volvió a demostrar que siempre late al compás de la realidad y que, aún las obras de ficción –aquellas no comprometidas en forma expresa, que parecen, en principio, distantes de las pulsiones de lo cotidiano- ante el menor estímulo se convierten en faros, en guías que marcan el rumbo a seguir. ¿Qué puede haber en todo esto, sino tentativas de un mundo más creativo, más pacífico y solidario? Esta conclusión sirve, inclusive, para ponderar como válidas otras reacciones literarias –acaso ya más expresas- a un fenómeno tan acuciante como lo es en la actualidad el fundamentalismo y el terrorismo mundial.

El corresponsal francés se pregunta qué es lo que ocurrió, en estas jornadas, para que muchos ciudadanos anónimos llevaran el libro de Hemingway bajo el brazo durante los minutos de silencio que paralizaron a Francia. Y narra que Danielle, una jubilada entrevistada hace pocos días por una cadena de televisión, explicó el inesperado auge del libro. Inclusive, se le asigna a esa mujer el crédito de haber sido quien impulsó la corrida literaria.

“Es muy importante que veamos, aquí, varias veces, el libro de Hemingway ‘París era un fiesta’, porque somos una civilización muy antigua y llevaremos nuestros valores hasta lo más alto; y fraternizaremos con los cinco millones de musulmanes que ejercen su religión libre y amablemente y lucharemos contra los 10.000 bárbaros que matan, supuestamente, en nombre de Alá”, dijo en esa entrevista que dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales.

“París era una fiesta” puede leerse –sigue diciendo- como un homenaje a una ciudad con una cultura vibrante. En él aparecen los artistas que frecuentaban en los años 1920 el barrio de Montparnasse, como la coleccionista Gertrude Stein, el poeta Ezra Pound, el escritor James Joyce, entre otros. “Así era el París de nuestra juventud, cuando éramos muy pobres y muy felices”, escribe Hemingway en esa obra publicada tres años después de su muerte. “París siempre valía la pena, y uno recibía siempre algo a trueque de lo que allí dejaba”, escribió en esa obra en la que se nutrió Woody Allen para su famosa película.

OTROS CASOS

Se confirmó también que el auge de la obra de Hemingway es similar al que suscitó el clásico “Tratado de la tolerancia” de Voltaire, luego del tremendo atentado de enero pasado contra la revista la revista satírica Charlie Hebdo. La editorial tuvo que imprimir una nueva edición después de haber vendido 120.000 ejemplares. La explicación de los críticos resultó casi innecesaria: la tolerancia nació como respuesta a la intolerancia y el fanatismo de los terroristas.

Más allá de las ásperas controversias políticas que causó en la Argentina, hace pocos días vino a nuestro país Pilar Rahola, escritora y periodista catalana de notable agudeza intelectual, para presentar su libro “Basta”, una suerte de alegato contra el islamismo militante. En los mismos días que exponía su obra, París recibía el ataque terrorista.

A partir de las crueles jornadas de París, la literatura volvió a demostrar que siempre late al compás de la realidad y que, aún las obras de ficción –aquellas no comprometidas en forma expresa, que parecen, en principio, distantes de las pulsiones de lo cotidiano- ante el menor estímulo se convierten en faros, en guías que marcan el rumbo a seguir.

En la entrevista que concedió a La Nación, la escritora definió así el fenómeno del Isis. “Lo primero que debemos decir es que esto es una guerra. Nosotros no la hemos declarado. Ellos la han declarado. ¿A quién? Al mundo. ¿Dónde está la trinchera? En un autobús, en un restaurante, en un campo de fútbol. ¿Y quiénes son? Militantes de una ideología fanática que tienen la idea de volver al siglo VII y VIII. Esto es, Hitler con Internet, con petróleo, con dinero, con tecnología del siglo XXI, pero conectada con la Edad Media”.

En los últimos días el libro de Pilar Rahola comenzó a tener en La Plata una demanda creciente, según destacaron en las principales librerías. En dos de ellas se aseguró que llegaron a venderse entre 5 y 7 ejemplares por día.

OTROS LIBROS

Otro libro con mucha salida en las librerías de nuestra ciudad, que trata sobre el fenómeno del terrorismo islámico es el de Patrick Cockburn –El retorno de la Yihad-, consistente en un análisis de lo que denomina como alzamiento del yihadismo contra occidente . En ese libro se destaca que en junio de 2014 un millar de combatientes de Isis logró derrotar al ejército iraquí y tomar la ciudad de Mosul, que es la segunda en importancia en Irak.

Nacido en Irlanda, Cockburn (1950) es un periodista que trabajó durante años en el Oriente Medio como corresponsal para el Financial Times y desde 1991 para 1991 para The Independent.

Pero hay también un libro del argentino Pedro Bierger –“Qué es Al Qaeda”, editado por Capital Intelectual- con mucha salida en las librerías de La Plata. Brieger sostiene la tesis de que “el Estado Islámico quiere ser un imperio”. En una reciente entrevista cedida a El Tribuno de Salta sostuvo que el fin último del llamado Estado Islámico (EI) “es formar un imperio tan grande como en su momento lo fue el Imperio Otomano” y aseguró que el discurso de los guerrilleros tiene como objetivo principal al mundo árabe islámico, donde tienen muchos adherentes o simpatizantes.

Más adelante expresó que “no queda muy claro cómo surge el EI. Sí está claro que el nacimiento y el crecimiento del fenómeno Al Qaeda en Irak tiene que ver con la invasión de EEUU en 2003. El nacimiento puntual de este desprendimiento está en una nebulosa todavía para muchos”.

EL ESCRITOR Y LOS FANATICOS

Desde hace dos décadas hay un escritor –el escritor indio nacionalizado británico, Salman Rudshie- que por su cuarta novela, Los versos satánicos, publicada en 1988, tiene pendiente una amenaza musulmana de muerte, pues algunos que profesan esa religión sostuvieron que contenía párrafos agraviantes para Mahoma.

La historia conocida destaca que, al año de publicada la obra, el ayatolah Khomeini instó a los musulmanes a ejecutar a toda persona que tuviera relación con la publicación del libro.

A su vez, una Bonyad o fundación religiosa iraní llegó a ofrecer una recompensa de 2,8 millones de dólares por la cabeza de Rushdie, que desde entonces fue puesto bajo protección del gobierno británico las 24 horas del día. Tales precauciones fueron fundamentadas cuando los traductores Hitoshi Igarashi y Ettore Capriolo así como el editor noruego Wiliam Nygaard fueron brutalmente atacados, en distintas localidades, por fanáticos musulmanes. El traductor de la edición japonesa murió a consecuencia de las heridas infligidas en dicho ataque.

Rushdie corporiza mejor que nadie el enfrentamiento universal entre el pensamiento libre de los intelectuales y el fanatismo unificador de pensamientos. Entre los más de cien intelectuales judíos detenidos y ejecutados por los nazis –entre ellos Anna Frank, Max Jacobs, Stefan Zweig, Erika Mann y Milena Jesenská- hasta los que cayeron y murieron ejecutados bajo el martillo del stalinismo o sometidos a décadas de espantoso aislamiento y censura, hay muchos otros escritores que aún sufren el rigor de algún fanatismo, sea religioso o político.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla