Estudiantes le dio al Lobo una paliza que no olvidará
Lo pasó por arriba y le metió siete
16 de Octubre de 2006 | 00:00
Este equipo de Estudiantes que ayer se quedó con
el clásico de la ciudad jugando un partido increíble, y sacando
una impensada ventaja de siete goles sobre Gimnasia, tiene bien
ganado un lugar en la historia grande del Pincha. Un cuadro con
todas las luces, que sacó ventaja de punta a punta en un partido
que comenzó a ganar con su primer ataque, y completando una serie
de cuatro victorias al hilo se muestra como uno de los candidatos
más serios al título de campeón. Le salió todo bien al conjunto
que dirige Diego Simeone, absolutamente. Y el clásico platense 140
terminó pintado de rojo y blanco en una tarde que seguro quedará
por siempre en la memoria de los platenses.
Por el contrario, Gimnasia fue una sombra. Del equipo que pocas
horas antes había clasificado para los cuartos de final de la Copa
Sudamericana, dejando en el camino a Fluminense de Brasil, y del
que en general, semana tras semana, ha venido mostrando una gran
fortaleza anímica para modificar situaciones adversas. Esta vez
no le salió nada de nada al conjunto de Pedro Troglio, desbordado
desde el vamos y sin capacidad para al menos equilibrar un clásico
que se le terminó de caer encima cuando, ni bien comenzado el segundo
tiempo, lamentó el cuatro a cero e inmediatamente se quedó con uno
menos. En ese momento, seguro, hasta el más optimista bajó los brazos.
Estos dos equipos que ayer estuvieron separados por un verdadero
abismo futbolístico le dieron vida a un espectáculo fantástico,
que los hinchas jugaron primero en las boleterías, agotando todo,
y después sobre las tribunas del Estadio Unico, escenario en el
cual los albirrojos actuaron como locales por primera vez. Un Estudiantes-Gimnasia
para la historia, que los Pinchas van a festejar por muchísimo tiempo
y aprovecharán (el equipo y su gente) como trampolín para darle
mayor altura a una ilusión que venía alimentada con los éxitos celebrados
contra Independiente, San Lorenzo y Lanús, y que el próximo fin
de semana viajará a Mendoza, donde esperará Godoy Cruz.
El partido salió como lo había pensado Simeone, que a última hora
se inclinó por Angeleri como titular para desplazar a Alvarez a
la otra punta de la defensa y reforzar la zona donde la lógica indicaba
que el Lobo iba a desarrollar juego con Cabrera. Por ahí los albiazules
asustaron de entrada con un centro que Silva conectó por sobre el
travesaño, pero nunca más. A la vuelta, Herner lo bajó a Pavone
en un costado y el tiro libre de Verón encontró la cabeza de Galván,
que le ganó a todos apareciendo por atrás. Iban apenas 3 minutos
y la tendencia no se modificó. Calderón madrugó a Goux en una pelota
fácil y fue el segundo; Silva no tuvo puntería para descontar con
un centro de Cuevas, y Pavone hizo gritar el tercero con un zurdazo
espectacular.
Estudiantes era una máquina, ni más ni menos. Firme atrás, con todas
las variantes en el medio y un ataque demoledor. Gimnasia una lágrima,
que se derrumbó ni bien comenzado el segundo tiempo, cuando Basualdo
dejó pasar una pelota cruzada desde la derecha sin imaginar que
atrás suyo esperaba Galván. Ese fue el cuarto y sin el propio Basualdo
que se fue expulsado en la jugada siguiente, el clásico terminó
siendo un sufrimiento para el Lobo. Calderón, Lugüercio y otra vez
Calderón completaron una goleada que en la previa nadie hubiera
imaginado.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE
Para comentar suscribite haciendo click aquí