Matías Albarracín no va a los Juegos Olímpicos

Matías Albarracín vivió un 2011 de gran nivel que tuvo su coronación en su gran actuación en los Juegos Panamericanos de Guadalajara de ese año. Allí, el jinete de City Bell consiguió para la Argentina una plaza para los Juegos Olímpicos de Londres 2012... Más tarde, ese lugar dentro de la delegación deportiva que competirá en el Viejo Continente, quedó para él y su yegua (la otra gran protagonista de este logro) P'Compadre Ballycullen Maid. Pero finalmente, la peor noticia retumbó en nuestra ciudad: Albarracín se bajó de los Juegos.

"Estábamos haciendo todo bien para llegar a Londres, pero la naturaleza nos jugó una mala pasada. Mi yegua se lesionó un tendón y si bien se venía recuperando, podía llegar muy al límite para saltar. Pero ambos no íbamos a estar en perfectas condiciones y por ello tomé la decisión de no ir a los Juegos. Recién ahora me estoy dando cuenta de la resolución que tomé", confesó Matías a este medio. Ahora su lugar será ocupado por Alejandro Madorno, campeón nacional 2011, quien acompañará a José Larocca, en las pruebas individuales.

"No es una lesión sencilla de tratar. Es un ligamento que ahora se está regenerando y necesita más tiempo para curarse definitivamente. Es una dolencia que podía complicar la carrera del animal, que es muy joven (tiene 9 años) y seguro me va a dar muchas satisfacciones con el correr de los años", señaló el platense.

No sólo se bajó Albarracín del equipo de equitación olímpico, también sucedió algo similar con Federico Valdez Diez que tampoco podrá viajar a Londres 2012.

"PODIA SER PEOR"

"Justo el día del Derby de City Bell (25 de mayo pasado) nos dimos cuenta que no pisaba bien y bueno comenzamos a ver la gravedad. Es una lesión que requiere de tiempo y a medida que pasaban los días, ya me daba cuenta que la cosa no iba. Por eso a la semana siguiente llamé a la Federación para comunicar que me bajaba de los Juegos. Ellos querían que viaje igual, me esperaron, pero ya no había tiempo. Por eso lo llamaron a Madorno".

"Ojo, podía ir a Londres, porque creo que la yegua llegaba. Pero era arriesgar más de lo debido. Incluso iba a debutar en un Juego Olímpico y sin entrenar. Estábamos haciendo todo para llegar muy sanos los dos, pero no se dio. Estas cosas pueden pasar, están dentro de las reglas de juego", dijo resignado Albarracín.

- ¿Pero se puede ir con otro animal a una olimpiada?

- "Si, como poder se puede, pero tiene que estar clasificado y pertenecer a un propietario argentino. No cualquier caballo puede viajar a un Juego Olímpico. Quizás si hubiera sido un multimillonario podría haber 'comprado' uno caballo clasificado para los Juegos o también bajar a un compañero de equipo. Pero no va con mi formación deportiva y que no sea el dinero, el que maneje todo. Se que voy a tener otra oportunidad y no la voy a dejar pasar".

- ¿Se puede tener un segundo animal, para que no te suceda lo mismo?

- Imposible. No se puede tener dos caballos que tengan un nivel de Juego Olímpico. Son muchos años de trabajo para conseguirlo con uno. Esto es así.

"Todavía me cuesta dormir. Doy vueltas en casa sin creer lo que me pasó. Ahora estaría en Europa entrenando, pero tengo que enfocarme nuevamente pensar en positivo. Estoy tranquilo; a papá (Justo Albarracín) le pasó algo parecido y luego terminó yendo a los Juegos siguientes. Por eso creo que a mí me tiene que pasar lo mismo".

En casa de los Albarracín la voz de Justo todavía marca el equilibrio familiar. "Mi viejo me dijo que tuve mala suerte. Tenía todo para ir pero la naturaleza hizo que se lesione. Fue algo ajeno a nosotros. Es difícil pensar en errores. Pero lo que está claro que no haría nada distinto de lo que hice hasta ahora".

"En los últimos tres Panamericanos no me tenían en cuenta. Y siempre la vida me premió con algo mejor. Por eso creo que para los Juegos de Río voy a estar. Voy a poner toda mi energía con el equipo en los Panamericanos de Toronto para llegar a Río 2016", concluyó el platense.