Derrumbe y susto en un geriátrico pegado a una obra en construcción

El derrumbe de una medianera compartida entre una residencia geriátrica y una obra en construcción, en 58 entre 1 y 2, provocó momentos de gran nerviosismo y revuelo en la zona. El desmoronamiento impactó en una oficina en la que segundos antes habían estado reunidos los responsables del geriátrico. “No nos mató de milagro”, señaló visiblemente consternada Rosa Muñoz, propietaria del inmueble en el que afortunadamente nadie resultó herido.

Habían pasado pocos minutos de las 11 cuando un estruendo sorprendió a Rosa y a su hijo Daniel, director de la institución; el rápido reflejo de una joven logró que salieran en segundos: “mi nieta me arrastró con fuerza hacia afuera de la oficina, si nos quedábamos un momento más, esa pared se nos venía encima y nos mataba”, contó la mujer.

Según figura en un cartel ubicado en el frente del terreno donde se levanta la obra que arrancó a fin del año pasado, el proyecto y dirección ejecutiva está a cargo del arquitecto Gustavo Roger Golik, y de acuerdo a lo que informó la Comuna, en el momento que ocurrieron los hechos se estaba inyectando hormigón armado en las bases.

“Es la primera vez que pasa una cosa así”, dijo uno de los responsables de la construcción, que indicó que precisamente se estaban haciendo tareas para apuntalar la pared.

Por su parte, personal de la dirección de Obras Particulares y Planeamiento y de Control Urbano intervino en el lugar para evaluar posibles riesgos y realizar los peritajes correspondientes. De acuerdo a las primeras observaciones, Gustavo Petró, titular de Planeamiento, dijoque “el derrumbe se produjo cuando cedió la pared de ladrillos asentados en barro”.

vecinos preocupados

El mal momento que convulsionó a la gente del barrio no causó más que daños materiales, pero los vecinos se mostraron alarmados por el derrumbe y pidieron que se tomen los recaudos necesarios para evitar cualquier tipo de riesgos con las obras en construcción.

Más allá del disgusto, Rosa Muñoz agradeció a la fortuna que ninguna de las personas que se encontraban en el inmueble resultaran heridas.

Desde hace 12 años el lugar se habilitó como residencia para personas de la tercera edad y en la actualidad se encuentran alojados unos 16 ancianos. Los propietarios del inmueble consignaron que desde que comenzó la obra lindera notaron vibraciones en los pisos y paredes; además aparecieron signos de deterioro en la propiedad como rajaduras y desprendimientos de mampostería.

Cuando se produjo el derrumbe estaban reunidos en el sector de la administración a unos 15 metros de la línea municipal, ese fue el ambiente que resultó más dañado. “La oficina se vino abajo por completo, ya les habíamos avisado que era necesario que apuntalaran la pared, pero se nos vino todo encima”, agregó Rosa Muñoz.