Adultos mayores se preparan para compartir su amor por el arte

El arte convocó a decenas de adultos mayores de la Ciudad para transformarse en mediadores culturales: sobre más de setenta inscriptos, los museos Macla y Mumart, que funcionan en el Pasaje Dardo Rocha, eligieron a diez personas que se dedicarán a realizar visitas guiadas para sus pares de centros de la tercera edad, entre otras actividades. Para cumplir ese objetivo están en el último tramo de capacitación, y en pocos días saldrán a las salas para desplegar su conocimiento y compartirlo en encuentros que se realizarán periódicamente en las salas.

Los jueves se reunen en el Pasaje Dardo Rocha, para recibir una capacitación, muy amena, que les permita afrontar el desafío que se viene. Voluntarios del arte, buscan captar la mayor cantidad de datos para procesarlos y contarlos de manera concisa y entretenida, con la idea de que “nuestros pares no se cansen ni se aburran”.

En la primera quincena de agosto finalizó la inscripción que lanzaron los museos municipales de la Ciudad, el de Arte Contemporáneo Latinoamericano - Macla - y el de Arte - Mumart -. Una vez elegidos, se reunen en el Pasaje y en las casas o lugares que elige el grupo para continuar con la capacitación. Hay mucho entusiasmo en el equipo y las ganas desbordan por compartir el conocimiento adquirido.

Junto con Elisa Zurita y Paula La Paz, del área educativa del Macla, están trabajando en la preparación de los nuevos mediadores culturales los integrantes de la Fundación Navarro, que ya ha realizado proyectos similares.

Ricardo Glan, Hugo Schamblan Rita Campillo, de la fundación Navarro, comparten sus experiencias en proyectos culturales similares, con los voluntarios. Glan cuenta que el objetivo es lograr “una empatía entre educadores, artistas y público, que haya una sintonía que permita disfrutar de cada actividad. Proponer caminos transversales para hacer las recorridas, con actividades lúdicas e incorporación de conocimiento”.

“NO SOMOS EXPERTOS”

Campillo dijo que “no somos expertos en arte, y desde nuestra visión el objetivo es incorporar gente que nunca visitó un museo”.

Quienes se sumaron como voluntarios cuentan que lo hicieron por su necesidad de transmitir su pasión por el arte a sus pares. Cristina Miranda, quien siempre trabajó en museos, dijo que “mi idea fue sumarme para derribar el mito de que los museos son espacios solemnes, casi sagrados o emparentados con la tristeza. Nuestro objetivo es brindar un recorrido por el arte con otra mirada, respetando, por supuesto, los contenidos esenciales de las obras que se exponen”.

Eduardo Pereyra, empresario, contó que se acercó para “integrar distintas facetas. Por ejemplo, saber transmitir la impresión que me produjo la obra la Muerte de Marat, que se expone actualmente en el Museo y ensamblar todo lo que encierra ese trabajo con palabras claras, y un discurso que permita conocer al autor, la obra y lo que puede generar en quien visita la sala y se encuentra con semejante trabajo artístico”.

Cristina Bellone dijo que “lo interesante de este grupo que se formó es la diversidad de profesiones y ocupaciones que tuvimos en actividad, lo que nos da un bagaje para asimilar conocimiento y transmitirlo”.

El proyecto que se desarrolla en ambos museos se denomina “Habitando la imagen”, y quienes fueron seleccionados realizarán esta actividad hasta fines de noviembre, según informaron ayer en el Macla.

Lo que se buscó entre aquellas personas mayores de 60 años dispuestas a convertirse en guías educativas de los museos `ad honorem´, es que se transformen en voluntarios, con inquietud intelectual y formación básica en artes plásticas u otras disciplinas afines.

Entre café, mates, bocaditos dulces y un clima ameno, los nuevos mediadores culturales están a la espera de salir a las salas, por amor al arte.