Gilda: una ventana al fenómeno de los ídolos sacralizados

Muchos de sus seguidores la consideran una santa. Y hoy volverán a rendirle homenaje. Cómo se convierten en objeto de devoción los ídolos populares

Peregrinar hasta la tumba de la cantante tropical Gilda -muerta en un accidente de tránsito en 1997 y venerada desde entonces como una santa por muchos de sus seguidores- es apenas una de las expresiones que actualmente reconoce la devoción por la intérprete popular, expresión que hoy volverá a repetirse al cumplirse cinco años de su muerte. Pero no es la única. Sus fanáticos platenses enumeran otras, tan habituales como esa, que van desde coleccionar objetos que pertenecieron a la cantante conservados como valiosas reliquias, hasta nuclearse en clubes de fanáticos que -en el conurbano bonaerense y en nombre de Gilda- han llegado a crear comedores escolares.
El fenómeno se expresa en nuestra ciudad en historias como la de Beatriz Duarte, una mujer de 39 años, que vive en Berisso rodeada de fotos y discos de la cantante, cuyo santuario visita en los aniversarios: "Yo no sé si hace milagros, pero es mi angel. Le pido cosas chiquitas que siempre me cumple", dice Beatriz, que se convirtió en seguidora de la intérprete tropical cuando la escuchó por primera vez en un baile en el Club Almafuerte.

"Gilda entonces no era conocida y actuaba esa noche como soporte de Lía Crucet. Pero a mi me gustó tanto lo que hacía que la fui a saludar cuando terminó de cantar", cuenta Beatriz volviendo a una historia que no se cansa de repetir y la enorgullece. La de su único, breve, encuentro personal con la cantante. Cuando Gilda murió, Beatriz llenó las paredes de su casa de cuadros y fotos para recordarla. Y convirtió a los cumpleaños de la cantante y al aniversario de su muerte en fechas especiales en las que viaja hasta la Chacarita, para visitar uno de los santuarios que los fanáticos le construyeron.
Como Beatriz, el platense Fernando Figoni también se reconoce un fanático de la cantante. Y con el mismo fervor que Beatriz cuenta una y otra vez su encuentro con Gilda, él guarda como reliquias un oso de peluche y unos anteojos que pertenecieron a la intérprete. Por su trabajo en una FM, Figoni se cuenta entre quienes tuvieron un trato personal más fluido con la cantante. Y hoy guarda con especial cariño las fotos que los muestran juntos, mientras anticipa que, como otros aniversarios, el de hoy lo encontrará en el santuario de Gilda en la Chacarita.
DE IDOLOS A OBJETOS DE CULTO
Pero ¿cuáles son los factores que explican esa devoción?. Detrás del fervor desatado por Gilda y otros músicos populares (Rodrigo es el otro ejemplo obligado), los especialistas encuentran distintas explicaciones. Entienden que sorprendidos por la muerte en la cúspide del éxito y la fama, los ídolos se transforman en referentes de identidad de sectores populares que al sacralizarlos después de la muerte los convierten en emblemas. La duración de esas devociones no se puede prever. Algunos, como el antropólogo Héctor Lahitte, no descartan que con el correr de los años la gente siga pidiéndole favores a Gilda, pero que se vaya desdibujando el origen del mito.

Se trata, dicen, de fenómenos de religiosidad popular que coexisten con las religiones institucionalizadas. Y que se relacionan con la necesidad de crear ídolos locales en el marco de un mundo globalizado.
Según indica el sociólogo Enrique Fernández Conti "ya en vida, Gilda se había convertido en referente cultural (en el sentido amplio del término) de sectores populares que la sacralizan después de su muerte convirtiéndola en un emblema en el cual reconocerse y celebrarse como grupo".
Según el especialista, "esta necesidad de construir es propia de todas las épocas. Lo que habría que investigar en profundidad es porqué son ídolos masivos los que actualmente ocupan ese lugar".
La muerte prematura, en la cúspide del éxito y la fama y luego de acceder a espacios normalmente vedados a los sectores populares que los convierten en símbolos sería uno de los factores que podrían responder ese interrogante, según Fernández Conti.
Para el especialista "en todo caso lo que se puede marcar es una diferencia entre las que hoy son figuras emblemáticas (como Gilda, Maradona y Rodrigo) con figuras emblemáticas de otras épocas, como John Lennon o el Che Guevara. Es como que los nuevos símbolos no sólo no formulan una alternativa al estilo de vida imperante, sino que con su éxito lo avalan".
Cualquiera sean los factores que convierten a un ídolo masivo en objeto de devoción popular, ese destino no era algo que Gilda esperase cuando alrededor de las 22:00 del 7 de septiembre de 1996, falleció en el kilómetro 129 de la ruta 12, cuando un camión de origen brasileño embistió el micro que la llevaba, junto a sus músicos, a un show en Chajarí, provincia de Entre Ríos. En esos días apenas había grabado tres discos que la afirmaron en el mercado de la música tropical con un estilo propio.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE