Expansión y nuevas políticas de un sector del comercio mayorista

Hay un retorno de la gente a las almacenes. Y éstas privilegian comprar en los mayoristas que sólo venden a comercios

Entre tantas cosas que cambiaron en esta era post-devaluación y del regreso de la inflación, figuran la relación entre el comercio mayorista y minorista en el rubro de alimentos y limpieza, con dos características en esta nueva era: el mercado que están volviendo a ganar los pequeños comercios (almacenes y autoservicios chicos) y la notoria preferencia de éstos por aquéllas casas mayoristas que, para proteger al minorista, no efectúan además venta directa al público.
En rigor, mayoristas y minoristas sufrieron juntos el fuerte proceso de reconversión que alcanzó al sector comercial de alimentos y limpieza a mediados de la década pasada: la radicación masiva de hipermercados castigó en particular a los pequeños minoristas de los barrios pero también significó un cimbronazo muy duro para los mayoristas -ya que los hiper compran directamente en las fábricas- que debieron, también, reconvertirse. Y en ese nuevo esquema apareció en los últimos años la recesión, un mal que directamente no perdonó a ninguno de los actores.
Pero la nueva vuelta de tuerca de la crisis económica general está generando tendencias que -dentro del durísimo panorama recesivo que persiste, desde ya- están significando algún beneficio para pequeños minoristas y mayoristas. Fuentes del sector indicaron que, en efecto, la adquisición de muy pocos productos en cada compra e inclusive las compras fraccionadas por las que se inclinan masivamente ahora los consumidores, implican un retorno al almacén y al autoservicio del barrio. Y esto genera también una lógica mejoría en el volumen de ventas de los mayoristas.

COMPETENCIA DESLEAL
Es en este contexto que los comerciantes minoristas comenzaron a privilegiar a las casas mayoristas que no tienen sección de venta directa al público, desde el criterio de que los que tienen esa sección incurren en una suerte de "competencia desleal" ya que, obviamente, pueden ofrecerle a la gente precios y variedades de mercadería que los almaceneros jamás podrían brindarle a sus clientes porque, justamente, deben pagar el costo de intermediación de esos mismos mayoristas.
En esa competencia entre los que pueden ofrecer directamente a los consumidores mejores precios y más variedad -porque su actividad, en rigor es la mayorista- y los minoristas que luchan por subsistir, se generan desigualdades que en algunos casos terminan con la vida útil de un comercio de barrio, según expresan almaceneros y pequeños supermercadistas.
"A veces uno se encuentra en la caja del mayorista con algún cliente propio. Y uno no sabe cómo mirarlo, aunque la culpa no es de uno. También nos pasan que vienen clientes al negocio y nos dicen que el producto lo vieron más barato en el mayorista. Y es lógico que sea así, porque si cobráramos lo mismo que el mayorista estaríamos trabajando a pérdida", le contó a este diario el propietario de un almacén ubicado cerca del centro.
Esa "doble" venta da lugar, por ejemplo, a reclamos de entidades como la Confederación Económica de la Provincia (Cepba), desde donde se ha denunciado que las ventas a los comerciantes y al consumidor final se hacen a los mismos precios.

PARA LOS MAS CASTIGADOS
Lo cierto es que en este panorama algunos centros mayoristas le venden exclusivamente a quienes presentan una credencial que los comercios minoristas deben solicitar previamente anotándose en un registro en el que se le piden constancias de su actividad. Estos mayoristas -como Vital en nuestra región- han optado por esta política desde el convencimiento de que su mercado es el comercio minorista, que es el más castigado dentro de las hipercríticas circunstancias económicas.
Así, el retorno de la gente al almacén y la preferencia de estos comercios por los mayoristas que les venden exclusivamente a los comerciantes están marcando tendencias que benefician al segmento del mayoreo y dentro de éste a los que eligen la mencionada política con respecto al minorista.
En el sector aseguran, por último, que estos cambios están provocando un estancamiento de los hipermercados y un crecimiento de las casas mayoristas al punto de que éstas han reiniciado inversiones y apertura de locales: Vital, que hace unos meses se instaló en nuestra ciudad, abrirá en Villa Hermosa; Diarco tendrá nueva filial en Bahía Blanca y Maxiconsumo hizo un acuerdo con una empresa tucumana para radicarse en Tucumán, La Rioja y San Juan.

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