Cuando el sonido se transforma en adicción

Desde el Colegio de Fonoaudiólogos se advierte acerca de uno de los riesgos que conlleva el alto volumen: la posibilidad de que se convierta en adicción.
Esto se relaciona, explica Silvia Bermúdez, de la Comisión de Ecología de la mencionada institución, con la secreción de adrenalina que acompaña en ocasiones al sonido emitido a volumen excesivo. Una sensación de placer que provoca que se quiera repetir la experiencia.
"La situación es más grave si se considera que ámbitos frecuentados por chicos, como los locales de juegos electrónicos, se caracterizan por tener registros superiores a los 90 decibeles. Eso genera en el chico adicción al ruido, con los consiguientes riesgos futuros".
Para prevenir esos riesgos -tanto como los relacionados al uso del walkman- desde el Colegio se organizan charlas periódicas en escuelas, que se pueden coordinar llamando al 422-4048 de lunes a viernes de 8 a 15.

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