Indagan al hijo de un ex vocero presidencial por el crimen de una nena

El hijo de José Ignacio López, ex vocero de Raúl Alfonsín y actual miembro del Diálogo Argentino, será indagado hoy por el homicidio de Jimena Hernández, la chica asesinada hace más de 15 años dentro de la piscina del colegio Santa Unión de los Sagrados Corazones.

Fuentes de la investigación dijeron que Pablo López será indagado desde las 11.30 por el juez en lo criminal de instrucción 21, Mauricio Zamudio, quien investiga el homicidio la nena de 11 años que fue asesinada el 12 de julio de 1988 en ese colegio del barrio de Caballito.

Por su parte, el ex vocero presidencial aseguró que la versión sobre la participación de su hijo en el caso forma parte de una "campaña de difamación" iniciada por la madre de la chica asesinada.

Los investigadores del crimen de Jimena sospechan que Pablo López se fue de la Capital Federal apenas unos días después del homicidio y estuvo escondido en el Obispado de la localidad de Añatuya, en Santiago del Estero.

La sospecha surgió a partir de la declaración de un testigo de identidad reservada que reveló que el hijo del ex vocero presidencial, quien se desempeñó como seminarista en el colegio Santa Unión, se encontraba en esa localidad situada a 150 kilómetros de la capital santiagueña.

La causa estuvo a punto de prescribir el 12 de julio de 2000, cuando se cumplieron 12 años de tramitación, pero la Justicia aceptó un pedido de los padres de la niña para continuar con la investigación.

En la investigación por el crimen, seis personas estuvieron imputadas, pero ninguna de ellas fue detenida por ninguno de los cuatro jueces que tuvo la causa.

Se trata de Oscar Bianchi -sindicado inicialmente como el autor material-, los guardavidas Hernán Fusco, Gerardo Paradela, Mario Alvarez y Miriam Squaglia y el ex director del colegio, Jorge Sobrino.

Los seis fueron imputados en la causa y sobreseídos en 1995 por el juez Zamudio, quien consideró que no había elementos para procesarlos por el asesinato de la niña.

Pero la declaración de un testigo de identidad reservada cambió radicalmente el rumbo de la causa.

Este hombre declaró ante el juez Zamudio y contó que Pablo López estuvo escondido en el Obispado de Añatuya de Santiago del Estero.

López tenía 22 años en el momento en que ocurrió el homicidio de Jimena y trabajaba como seminarista en el colegio Santa Unión de Caballito.

Según se sospecha, el hijo del ex vocero presidencial desapareció de los lugares que frecuentaba y se refugió en esa localidad santiagueña.

El ex vocero de Alfonsín aseguró que "nunca estuvo escondido en Añatuya" y destacó que "jamás concurrió al colegio Santa Unión ni fue seminarista".

"La versión surgió en 1988 y formó parte de la acción psicológica ejercida en aquel momento por los 'carapintadas', que encontraron un campo fértil en la mamá de esta pobre chica", dijo López, quien actualmente es miembro del Diálogo Argentino.

De todas formas, Pablo López fue citado por el juez Zamudio como imputado por el crimen y será indagado por primera vez en esta investigación, dijeron fuentes del caso.

Jimena, de 11 años, apareció muerta en el fondo de la pileta del colegio Santa Unión de los Sagrados Corazones, el 12 de julio de 1988.

Para el padre de la víctima, Jorge Hernández, el homicidio y el posterior encubrimiento del crimen de su hija tienen una explicación que sostuvo desde los primeros días de la investigación.

Según Hernández, el colegio al que asistía Jimena funcionaba como un depósito de drogas y su hija vio algo que no debía ver.

El padre de la nena estuvo detenido en julio del 2000 por disposición del juez Omar Fasciuto, quien dispuso que cumpla de manera efectiva una condena a dos años de prisión que le impusieron en un juicio por calumnias e injurias que le inició el abogado Carlos Wiater, quien representó a la madre de la nena.

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