"Errol Flynn de las series B"
| 6 de Junio de 2004 | 00:00

Antes de ocupar durante ocho años la Casa Blanca, Ronald Reagan pasó 28 años en Hollywood rodando 55 películas que no entraron en los anales de la historia del cine, pero que le dieron fama y popularidad, al punto de ser el primer actor en convertirse en gobernador de California y luego presidente de Estados Unidos.
"Era el Errol Flynn de las series B", decía el propio Reagan cuando se describía como actor. Reagan tenía 26 años y era comentarista deportivo radiofónico cuando fue descubierto por un agente de la empresa cinematográfica Warner. Tras una pequeña prueba, firmó un contrató y debutó con "Amor en el Aire" en 1937. En dos años había rodado 18 películas una detrás de otra.
Compartió el cartel con los mejores actores de su época -Humphrey Bogart, Edward Robinson, James Cagney, Errol Flynn- y también con las actrices más bellas: Bette Davis, Olivia de Havilland, Ginger Rogers o Barbara Stanwyck. También trabajó con Shirley Temple, la niña prodigio convertida en adolescente en "That Hagen Girl" (1947). Con su alta estatura, su voz clara y su atractiva sonrisa, Warner lo presentaba como el nuevo Robert Taylor de la pantalla grande. En la leyenda reaganiana, dos películas destacan sobre todas las demás: "Knute Rockne - All American" (1940) y "Kings Row" (1942). En la primera, encarna a George Gipp, un famoso jugador de fútbol americano, apodado Gipper. Durante sus campañas electorales, Ronald Reagan prometía a sus partidarios "una victoria más para Gipper". En "Kings Row", Ronald Reagan interpretaba a un playboy a quien un cirujano sádico amputaba las dos piernas y que cuando despertaba en su cama de hospital gritaba: "¿Dónde está el resto de mí?). Esta célebre frase dio luego título a la autobiografía que escribió en 1965.
El actor tuvo también una experiencia sindical, al ser reelecto seis veces para dirigir el poderoso Gremio de actores de cine norteamericano. Además, el cine proporcionó a Reagan sus dos esposas: Jane Wyman y Nancy Davies, a quien conoció durante el rodaje de "Hellcats of the Navy" en 1957. Su carrera cinematográfica terminó en 1964 con "The Killers", donde hizo su único papel de "malo".
"Era el Errol Flynn de las series B", decía el propio Reagan cuando se describía como actor. Reagan tenía 26 años y era comentarista deportivo radiofónico cuando fue descubierto por un agente de la empresa cinematográfica Warner. Tras una pequeña prueba, firmó un contrató y debutó con "Amor en el Aire" en 1937. En dos años había rodado 18 películas una detrás de otra.
Compartió el cartel con los mejores actores de su época -Humphrey Bogart, Edward Robinson, James Cagney, Errol Flynn- y también con las actrices más bellas: Bette Davis, Olivia de Havilland, Ginger Rogers o Barbara Stanwyck. También trabajó con Shirley Temple, la niña prodigio convertida en adolescente en "That Hagen Girl" (1947). Con su alta estatura, su voz clara y su atractiva sonrisa, Warner lo presentaba como el nuevo Robert Taylor de la pantalla grande. En la leyenda reaganiana, dos películas destacan sobre todas las demás: "Knute Rockne - All American" (1940) y "Kings Row" (1942). En la primera, encarna a George Gipp, un famoso jugador de fútbol americano, apodado Gipper. Durante sus campañas electorales, Ronald Reagan prometía a sus partidarios "una victoria más para Gipper". En "Kings Row", Ronald Reagan interpretaba a un playboy a quien un cirujano sádico amputaba las dos piernas y que cuando despertaba en su cama de hospital gritaba: "¿Dónde está el resto de mí?). Esta célebre frase dio luego título a la autobiografía que escribió en 1965.
El actor tuvo también una experiencia sindical, al ser reelecto seis veces para dirigir el poderoso Gremio de actores de cine norteamericano. Además, el cine proporcionó a Reagan sus dos esposas: Jane Wyman y Nancy Davies, a quien conoció durante el rodaje de "Hellcats of the Navy" en 1957. Su carrera cinematográfica terminó en 1964 con "The Killers", donde hizo su único papel de "malo".
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