Tres policías acusados de matar a una menor embarazada

Tres policías federales acusados de haber asesinado de un balazo a una adolescente embarazada en el barrio porteño de Villa Lugano en un presunto caso de "gatillo fácil", seguirán detenidos hasta el juicio oral luego de que la Cámara del Crimen confirmara su procesamiento.

La Sala V de la Cámara del Crimen resolvió el viernes confirmar la prisión preventiva del cabo Adrián Esteban Bustos y de los agentes Mario Adrián Cisneros y Miguel Angel Almirón, todos de la comisaría 52, por el crimen de Camila Arjona, de 14 años, ocurrido el en abril pasado pasado.

De esta manera, los camaristas Juan Esteban Sicchiaro y Abel Bonorino Peró ratificaron el procesamiento que en primera instancia el juez de instrucción a cargo de la causa, Adolfo López, había dictado contra los tres federales que, según la instrucción, dispararon molestos porque no les fueron a comprar droga.

En el caso del cabo Cisneros, quien según la investigación fue el policía que disparó su arma, quedó procesado como coautor de apremios ilegales calificados en concurso real con el homicidio calificado por alevosía de Arjona y la tentativa de homicidio del novio de la chica, Leonardo Ramos.

Respecto a los agentes Cisneros y Almirón, los camaristas ratificaron la caratula de apremios ilegales calificados y lesiones.

Con esta decisión, la Sala V -que si bien es la misma que excarceló al empresario Omar Chabán en la causa por la tragedia de Cromañón, en esta oportunidad estuvo conformada por otros jueces-, le imposibilita a los imputados la posibilidad de salir en libertad hasta el juicio oral, donde se definirá su culpabilidad o inocencia.

José Vera, el abogado querellante que representa a Norma Díaz, la madre de Camila, aseguró que "esta resolución le da a la familia la tranquilidad de que los asesinos de su hija y del bebé que llevaba en el vientre continuarán detenidos".

El caso ocurrió la madrugada del primero de abril último, cuando, según la investigación del juez López, los tres policías estaban, vestidos de civil, tomando cerveza en la villa 20 de Lugano y le pidieron a un joven que les vaya a comprar droga.

Siempre según la instrucción judicial, el chico se negó, fue golpeado por los policías, se escapó corriendo y los efectivos comenzaron a perseguirlo con disparos intimidatorios.

Según las fuentes, en ese instante, Camila y su novio caminaban por la calle Corvalán cuando los policías les dieron la voz de alto, el chico salió corriendo, pero la adolescente siguió caminando y fue alcanzada por un balazo mortal que le recorrió la médula espinal.

Aparte de varios testigos que los incriminaron, el juez López allanó la comisaría 52 y encontró en el sector de cofres el calzado de Bustos con aparentes manchas de sangre.

El hallazgo es clave porque uno de los testigos declaró que luego de balear a la chica, el policía se acercó y le pateó la cabeza.

Una pericia de ADN que está en trámite determinará si las manchas son de sangre y si esa sangre es de Camila.

En la causa se está esperando otro estudio de ADN para certificar que el feto encontrado en el vientre de Camila durante la autopsia era hijo de su pareja Ramos.

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