Inca Rose Dúo: "Flores argentinas" (canciones de Ginastera y Guastavino) (Independiente)
Por E. G.
| 16 de Junio de 2007 | 00:00

Como un susurro que se cuela subrepticiamente entre la tupida vegetación de la tierra argentina, la voz de estas canciones, afinada y refinada, se desliza entre flores y evocaciones de la cultura popular. Acompañándola hay otra voz: la de la guitarra. El instrumento es tan sutil que forma una delicada urdimbre entre palabra y cuerdas para brindar un discurso colorido y emocionado. Annelise Skovmand canta esta serie de "Canciones Argentinas", del exquisito Carlos Guastavino sobre poesías del no menos fino escritor León Benarós. Una docena de pequeñas obras donde líricamente se reseña el color y la forma de esas flores que impactan la mirada en las grandes extensiones de nuestra tierra. "Cortadera, plumerito_", "Las achiras coloradas", "Aromito, flor de tusca_" y "Ceibo, ceibo, zuiñandi" son algunos de los títulos de la colección, que invariablemente asocian la naturaleza prodigiosa con los sentimientos más profundos y la lírica más aireada. Concebidas para piano y voz, ahora se oyen en una trascripción de Pablo González Jazey, para voz y guitarra, sin que el compendio de canciones pierda su esencia poética ni su belleza. Personalmente preferimos la versión original, donde la conjunción canto y piano se asimilan rápidamente a toda una tradición de la canción de cámara internacional, muy aptas para la sala de concierto y donde se pueden lucir junto a un Schubert o un Schumann sin desmedro. Los acompañamientos guitarrísticos -excelentes y delicados- le otorgan a los materiales un halo asaz folklórico, algo más emparentados con la creatividad popular folk, lo que no está nada mal.
La entonación afinada y musical, matizada y firmemente expresiva de Annelise Skovmand se ensambla sin fisuras con la prestancia de la guitarra también sumamente comunicativa de Pablo González Jazey para el álbum Guastavino. Al lado de este gran camarista hay otro: Alberto Ginastera. De este último la icónica "Canción al árbol del olvido" y otras muestras como las "Cinco Canciones Populares Argentinas" donde se funden sabiduría popular con experimentación armónica y formal del músico de "Bomarzo".
Hay un "bonus track": "Vidala para una tarde", de Luis Víctor Gentilini sobre versos de Luis Sánchez Vera, una instancia más para coronar esta genuina joya de la canción de cámara argentina.
E.G.
La entonación afinada y musical, matizada y firmemente expresiva de Annelise Skovmand se ensambla sin fisuras con la prestancia de la guitarra también sumamente comunicativa de Pablo González Jazey para el álbum Guastavino. Al lado de este gran camarista hay otro: Alberto Ginastera. De este último la icónica "Canción al árbol del olvido" y otras muestras como las "Cinco Canciones Populares Argentinas" donde se funden sabiduría popular con experimentación armónica y formal del músico de "Bomarzo".
Hay un "bonus track": "Vidala para una tarde", de Luis Víctor Gentilini sobre versos de Luis Sánchez Vera, una instancia más para coronar esta genuina joya de la canción de cámara argentina.
E.G.
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