Roban el reloj de Belgrano y hay alerta en el mundo
Desapareció el sábado del Museo Nacional. El prócer lo conservó hasta su muerte
| 3 de Julio de 2007 | 00:00
El reloj que perteneció al general Manuel Belgrano fue robado del Museo Histórico Nacional, en la ciudad de Buenos Aires, por lo que se alertó a las aduanas del mundo y las autoridades denunciaron el hecho ante Interpol para evitar que la pieza salga del país.
La desaparición del reloj de oro de la sala donde se exhibía fue advertida entre las 13.30 y las 14 del sábado pasado, cuando personal de vigilancia comprobó que habían forzado la vitrina para extraerlo, informaron fuentes de la Secretaría de Cultura de la Nación.
El hecho, no obstante, fue divulgado ayer después de que las autoridades lo denunciaran a la Policía Federal y a Interpol, el mismo sábado, en tanto el director general de Aduanas dispuso también ayer ni bien conoció la noticia el alerta a las aduanas del mundo.
"Si algún argentino lo tiene en su poder, espero que lo devuelva, porque no le puede quitar un pedazo de historia a otros argentinos", dijo en conferencia de prensa José Antonio Pérez Gollán, director del museo ubicado en Parque Lezama, en el barrio porteño de San Telmo.
Se trata de un reloj de bolsillo con cadena, que constituía toda la fortuna del prócer de la Independencia al momento de su deceso como consecuencia de la hidropesía, el 20 de junio de 1820, pocos días después de cumplir 50 años.
Manuel Belgrano se desprendió en su lecho de muerte de este reloj de bolsillo para pagar los honorarios a su médico, porque no poseía otros bienes y el Estado aún le debía dinero por sus servicios como militar.
"VALOR HISTORICO"
Por ese motivo, para Pérez Gollán "este objeto tiene un valor histórico importantísimo", porque "está cargado de información sobre la biografía de Manuel Belgrano".
"En este reloj está inscripta la vida austera, republicana y sin ostentación de una figura fundamental, que dio todo por la independencia de nuestro país", señaló el funcionario.
El reloj fue sustraído de una vitrina ubicada en una sala dedicada al general Manuel Belgrano, donde se hallaba la bandera argentina más antigua -que había sido retirada para su restauración- entre otros objetos de valor.
"Es muy difícil determinar el valor de este objeto en relación a otros -aseguró Pérez Gollán-. Lo que sí se puede afirmar es que este reloj es de un altísimo valor simbólico para los argentinos".
Tras el hecho, el director general de Aduanas, Ricardo Echegaray, ordenó que se emita un alerta a las aduanas del mundo, para intensificar los controles.
El alerta fue declarado para las aduanas que integran la red de Intercambio de Información (RILO), que administra la Organización Mundial de Aduanas (OMA), y apunta a evitar que el reloj sea parte de una operación de tráfico de bienes culturales.
"Quiero creer que no se trata de un tema de tráfico, pero estimo que es aún peor que lo hayan hurtado por su valor monetario", sostuvo el director del museo.
Según informó Pérez Gollán, esa sala dedicada al creador de la Bandera tiene medidas de seguridad adecuadas y el museo cuenta con personal de vigilancia, tanto en su exterior como en el interior, con alarmas y con un sistema de circuito cerrado de televisión.
El funcionario aseguró que aguardará la pericias de la policía científica, "que trabaja en los indicios", mientras se aplican nuevas medidas de seguridad tendientes a mejorar ese aspecto del museo, que "nunca antes había sufrido un robo así", aseguró.
DESDE LA PLATA
Por su parte, Juan José Terry, presidente del Instituto Belgraniano bonaerense con sede en La Plata, ante la consulta de EL DIA recalcó que "es una cuestión de educación del pueblo argentino que no respeta nada ni las paredes de las casas ni el pasado de los próceres. Nos sumamos al coro de los bien nacidos de este país para que se arrepienta el que lo robó o que la policía realice la investigación y finalmente lo encuentre".
Terry, en coincidencia con las autoridades del Museo Histórico Nacional, además reconoció que "el reloj obviamente que tiene un enorme valor histórico, mucho más que el oro, aunque seguro que debe ser bueno".
"Lo que ocurrió -agregó Terry- es como un sacrilegio. Por eso aprovechamos para hacer un llamado a las autoridades del museo para que conserven las reliquias como debe ser, y si es necesario que las saquen del alcance del público y las ubiquen como visita reservada".
La desaparición del reloj de oro de la sala donde se exhibía fue advertida entre las 13.30 y las 14 del sábado pasado, cuando personal de vigilancia comprobó que habían forzado la vitrina para extraerlo, informaron fuentes de la Secretaría de Cultura de la Nación.
El hecho, no obstante, fue divulgado ayer después de que las autoridades lo denunciaran a la Policía Federal y a Interpol, el mismo sábado, en tanto el director general de Aduanas dispuso también ayer ni bien conoció la noticia el alerta a las aduanas del mundo.
"Si algún argentino lo tiene en su poder, espero que lo devuelva, porque no le puede quitar un pedazo de historia a otros argentinos", dijo en conferencia de prensa José Antonio Pérez Gollán, director del museo ubicado en Parque Lezama, en el barrio porteño de San Telmo.
Se trata de un reloj de bolsillo con cadena, que constituía toda la fortuna del prócer de la Independencia al momento de su deceso como consecuencia de la hidropesía, el 20 de junio de 1820, pocos días después de cumplir 50 años.
Manuel Belgrano se desprendió en su lecho de muerte de este reloj de bolsillo para pagar los honorarios a su médico, porque no poseía otros bienes y el Estado aún le debía dinero por sus servicios como militar.
"VALOR HISTORICO"
Por ese motivo, para Pérez Gollán "este objeto tiene un valor histórico importantísimo", porque "está cargado de información sobre la biografía de Manuel Belgrano".
"En este reloj está inscripta la vida austera, republicana y sin ostentación de una figura fundamental, que dio todo por la independencia de nuestro país", señaló el funcionario.
El reloj fue sustraído de una vitrina ubicada en una sala dedicada al general Manuel Belgrano, donde se hallaba la bandera argentina más antigua -que había sido retirada para su restauración- entre otros objetos de valor.
"Es muy difícil determinar el valor de este objeto en relación a otros -aseguró Pérez Gollán-. Lo que sí se puede afirmar es que este reloj es de un altísimo valor simbólico para los argentinos".
Tras el hecho, el director general de Aduanas, Ricardo Echegaray, ordenó que se emita un alerta a las aduanas del mundo, para intensificar los controles.
El alerta fue declarado para las aduanas que integran la red de Intercambio de Información (RILO), que administra la Organización Mundial de Aduanas (OMA), y apunta a evitar que el reloj sea parte de una operación de tráfico de bienes culturales.
"Quiero creer que no se trata de un tema de tráfico, pero estimo que es aún peor que lo hayan hurtado por su valor monetario", sostuvo el director del museo.
Según informó Pérez Gollán, esa sala dedicada al creador de la Bandera tiene medidas de seguridad adecuadas y el museo cuenta con personal de vigilancia, tanto en su exterior como en el interior, con alarmas y con un sistema de circuito cerrado de televisión.
El funcionario aseguró que aguardará la pericias de la policía científica, "que trabaja en los indicios", mientras se aplican nuevas medidas de seguridad tendientes a mejorar ese aspecto del museo, que "nunca antes había sufrido un robo así", aseguró.
DESDE LA PLATA
Por su parte, Juan José Terry, presidente del Instituto Belgraniano bonaerense con sede en La Plata, ante la consulta de EL DIA recalcó que "es una cuestión de educación del pueblo argentino que no respeta nada ni las paredes de las casas ni el pasado de los próceres. Nos sumamos al coro de los bien nacidos de este país para que se arrepienta el que lo robó o que la policía realice la investigación y finalmente lo encuentre".
Terry, en coincidencia con las autoridades del Museo Histórico Nacional, además reconoció que "el reloj obviamente que tiene un enorme valor histórico, mucho más que el oro, aunque seguro que debe ser bueno".
"Lo que ocurrió -agregó Terry- es como un sacrilegio. Por eso aprovechamos para hacer un llamado a las autoridades del museo para que conserven las reliquias como debe ser, y si es necesario que las saquen del alcance del público y las ubiquen como visita reservada".
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