MARCELO CARRANZA
| 17 de Enero de 2008 | 01:00

Su fallecimiento
Falleció en esta ciudad Marcelo Carranza, ingeniero agrónomo, docente e investigador de reconocida trayectoria en los ámbitos académicos y científicos platenses. Tenía 56 años. Su muerte, repentina, sorprendió y sacudió a distintos círculos en los que el profesional estudió, trabajó e hizo amigos. Su personalidad deja una huella imborrable en el recuerdo de su familia y en el de aquellos que conocieron su espíritu sociable y solidario.
Hijo de un reconocido profesor de la facultad de Agronomía, José María Carranza, y de Nelly Knight, Marcelo Carranza nació en La Plata el 18 de marzo de 1951. Durante su infancia vivió en una antigua casona familiar de 56 entre 9 y 10 junto a sus padres, su hermano mayor (Gustavo), abuelos, tíos y primos. Habituado a los barrios céntricos, siendo adulto se mudó a 50 entre 8 y 9, donde residió durante casi toda su existencia.
Carranza cursó los estudios primarios en la Escuela N° 1 y los secundarios en el Liceo "Víctor Mercante". Fue, en 1968 y junto a otros muy pocos compañeros, uno de los primeros egresados varones que se recibieron con el título de bachiller en el antiguo "colegio de señoritas". Se graduó en la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, donde optó por la carrera de agronomía.
La especialidad del ingeniero agrónomo fue el estudio de los vegetales, disciplina a la que consagró su carrera, tanto en la enseñanza como en el campo científico. Profundamente comprometido con la vida académica, en Agronomía fue durante muchos años profesor adjunto de la cátedra de Fitopatología -lugar que había ocupado varias décadas antes su padre-; fue vicedecano de esa facultad (2002-2004) y Secretario de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (1993-1998), cargo que volvió a asumir en 2007 y ejerció hasta sus últimos días. Tuvo, además, una destacada actuación desde 1987 en la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), donde integró varios equipos de trabajo.
El profesional fue miembro de numerosas sociedades científicas nacionales e internacionales; dictó seminarios, conferencias y cursos en todo el país; participó como invitado en congresos, jornadas y simposios; y fue autor de trabajos publicados en revistas y libros.
No obstante la dedicación que le brindó a la labor docente y científica Carranza siempre obtuvo de su tiempo cotidiano momentos para compartir con sus hijos María Florencia y Juan Manuel -nacidos de su matrimonio con Liliana Sorá, de quien se divorció-, a quienes era muy apegado. Afecto a las reuniones en su casa, él era el típico organizador de los asados del fin de semana, en los que reunía con mucha frecuencia a la familia y a los amigos. La pesca fue otra de sus pasiones y era también común en él convocar a primos y sobrinos para probar el "pique" en las lagunas de la Región. Como un hombre "muy bueno" y un padre "excelente" fue definido por uno de sus allegados tras su fallecimiento.
Falleció en esta ciudad Marcelo Carranza, ingeniero agrónomo, docente e investigador de reconocida trayectoria en los ámbitos académicos y científicos platenses. Tenía 56 años. Su muerte, repentina, sorprendió y sacudió a distintos círculos en los que el profesional estudió, trabajó e hizo amigos. Su personalidad deja una huella imborrable en el recuerdo de su familia y en el de aquellos que conocieron su espíritu sociable y solidario.
Hijo de un reconocido profesor de la facultad de Agronomía, José María Carranza, y de Nelly Knight, Marcelo Carranza nació en La Plata el 18 de marzo de 1951. Durante su infancia vivió en una antigua casona familiar de 56 entre 9 y 10 junto a sus padres, su hermano mayor (Gustavo), abuelos, tíos y primos. Habituado a los barrios céntricos, siendo adulto se mudó a 50 entre 8 y 9, donde residió durante casi toda su existencia.
Carranza cursó los estudios primarios en la Escuela N° 1 y los secundarios en el Liceo "Víctor Mercante". Fue, en 1968 y junto a otros muy pocos compañeros, uno de los primeros egresados varones que se recibieron con el título de bachiller en el antiguo "colegio de señoritas". Se graduó en la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, donde optó por la carrera de agronomía.
La especialidad del ingeniero agrónomo fue el estudio de los vegetales, disciplina a la que consagró su carrera, tanto en la enseñanza como en el campo científico. Profundamente comprometido con la vida académica, en Agronomía fue durante muchos años profesor adjunto de la cátedra de Fitopatología -lugar que había ocupado varias décadas antes su padre-; fue vicedecano de esa facultad (2002-2004) y Secretario de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (1993-1998), cargo que volvió a asumir en 2007 y ejerció hasta sus últimos días. Tuvo, además, una destacada actuación desde 1987 en la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), donde integró varios equipos de trabajo.
El profesional fue miembro de numerosas sociedades científicas nacionales e internacionales; dictó seminarios, conferencias y cursos en todo el país; participó como invitado en congresos, jornadas y simposios; y fue autor de trabajos publicados en revistas y libros.
No obstante la dedicación que le brindó a la labor docente y científica Carranza siempre obtuvo de su tiempo cotidiano momentos para compartir con sus hijos María Florencia y Juan Manuel -nacidos de su matrimonio con Liliana Sorá, de quien se divorció-, a quienes era muy apegado. Afecto a las reuniones en su casa, él era el típico organizador de los asados del fin de semana, en los que reunía con mucha frecuencia a la familia y a los amigos. La pesca fue otra de sus pasiones y era también común en él convocar a primos y sobrinos para probar el "pique" en las lagunas de la Región. Como un hombre "muy bueno" y un padre "excelente" fue definido por uno de sus allegados tras su fallecimiento.
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