Decenas de murgas le dieron ritmo a la Ciudad

Con bailes y mucho color pidieron el regreso del feriado de Carnaval

Centenares de jóvenes de la Región, el Conurbano y la Provincia invocaron el espíritu del Rey Momo durante la "12a. Marcha Carnavalera" que tuvo lugar ayer en el centro platense. La movida, que promueve la reinstauración de los feriados de carnaval como fiesta popular, fue convocada por el Movimiento Nacional de Murgas, y tuvo entre sus lemas la frase "Por un estado de alegría, todos a la calle".

La gran cita anual de las murgas, cuerdas y batucadas se inició apenas pasado el mediodía, con la paulatina llegada de las agrupaciones en ómnibus especialmente alquilados, en tren o de a pie. Platillos y bombos se hicieron escuchar por las calles y avenidas elegidas para acercarse al punto de encuentro.

Una vez en la plaza San Martín, los protagonistas desplegaron todo su folklore multicolor: banderines, espejitos, flecos; levitas, galeras, pantalones de raso; accesorios dorados y plateados, parches de formaciones rockeras -Bersuit, Los Piojos, Viejas Locas, Callejeros, los platenses de Don Lunfardo y La Cumparsita-, lentejuelas. Y tras un prolongado precalentamiento, se encolumnaron por avenida 51 hacia plaza Moreno.

El desfile llegó al paseo central del casco urbano a las 19,30. Mostraron sus destrezas, entre otras, Flor De Campamento, Atenti Al Fondo, Poseídos por Momo (Santos Lugares), Prisioneros Del Delirio, Lunáticos Del Arrabal, Sacate La Pachorra y Los Perla Negra (Berazategui) y Desorbitados (Mar del Plata). También Sudakas del Dorado, Traficantes de Utopías, Los Murguientos, Carumbé (Campana), Los Que Quedamos, Los Elegantes, Batuquelé, Momo Ashanti Revolution, Los Juglares (Wilde), y Descarrilados del Compás.

El atardecer encontró a los murguistas presentes, pasados y también futuros -se vieron muchos chicos de corta edad-, con alto porcentaje femenino, haciendo cabriolas en torno a la piedra fundamental. Agotados pero felices, compartiendo botellas con agua y refrescándose el cuerpo con ellas. Todos dejaron la piel en una tarde tórrida.

El costado sonoro de la fiesta, dominado por la percusión batiente -bombos, redoblantes, tambores, cascabeles, platillos- se complementó con ocasionales cantos a coro y el acompañamiento de trompetas, cornetas y silbatos.

Las actividades del encuentro habían comenzado el sábado, cuando las murgas -en colaboración con clubes, instituciones y vecinos- realizaron corsos, festivales y espectáculos gratuitos en Los Hornos, Villa Argüello, Villa Elisa, Berisso y Ensenada.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE