El efecto llegó a la Bolsa y a los bonos argentinos

Las turbulencias financieras, originadas en la situación de la economía de los Estados Unidos, provocaron una caída del 2,84 por ciento en las acciones líderes de la Bolsa de Comercio porteña y bajas superiores al 3 por ciento en los títulos públicos.

En una de las jornadas más volátiles y caóticas desde que se inició la crisis financiera internacional a mediados de 2007 por causa de la insolvencia en que cayó el segmento de las hipotecas de segunda categoría -subprime- en los Estados Unidos, la Bolsa porteña bajó 2,84 por ciento, tras recortar pérdidas mayores al 4 por ciento.

De esta forma, el índice Merval que nuclea a las 42 empresas líderes cerró a 2.056,96 puntos.

El signo negativo tuvo características inéditas dado que se generó en un día domingo (el 16 de este mes) para el hemisferio occidental, poco antes del arranque de los mercados en Oceanía y el Extremo y Lejano Oriente, -que ya se encontraban transitando el lunes 17- como consecuencia de confirmarse el anuncio de la venta de Bear Stearns, -el quinto mayor banco de inversión de Estados Unidos- a manos de la banca J. P. Morgan.

El anuncio por lo apresurado y a un precio ínfimo, creó una controvertida expectativa en los mercados asiáticos y en el electrónico estadounidense.

Allí inicialmente -durante la noche de Buenos Aires- los futuros de los índices del país del norte arrancaron en alza, junto con una ligera apreciación del dólar frente al Yen, para caerse luego con estrépito y arrastrar a las bolsas europeas y a las americanas conforme avanzaba día en el Viejo y en el Nuevo Mundo.

CAEN LOS GRANOS

Mientras tanto declinaban los mercados de granos y se fortalecía el del oro hasta un nuevo récord histórico de 1.030,80 dólares la onza troy (ver aparte)

Tras una apertura que alcanzó rápidamente el 2 por ciento de baja, el Merval llegó a caer 4,06 por ciento en el peor momento del día, cuando tocó 2.115,94 puntos en medio de una incertidumbre aguda que presagiaba, -entre los más pesimistas- una perforación de las 2.000 unidades y un desbarranque de las principales líderes del mercado con temor a un llamado a hacer plaza por bajas superiores al 10 por ciento.

Por suerte para los inversores, las ventas se restringieron en los momentos de mínima hacia mediados de rueda con una paulatina estabilización del mercado accionario y una tenue recuperación de las cotizaciones que tomó mayor cuerpo en la media hora final de las operaciones.

Todo el mercado perdió 2,88 por ciento según el indicador General de la Bolsa porteña clausurado en 115.572,19 puntos.

Un volumen de 129,4 millones de pesos se canalizó entre acciones, cedear's y ejercicios sobre 114 especies que acusaron 15 alzas, 89 bajas y 10 repeticiones.

En Wall Street, la reacción se registró sólo en el indicador Dow Jones que subió 0,18 por ciento y cerró 11.972,25 puntos frente a la caída del Nasdaq en 1,60 por ciento y del S&P-500 en 0,90.

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