Reclamos y movilizaciones tras el crimen de la cajera

El asesinato de María Soledad Acosta, ocurrido el viernes pasado en el supermercado Vea de 525 entre 8 y 9, generó una espontánea reacción entre los vecinos, quienes salieron a la calle a exteriorizar su reclamo por una situación que, según entienden, está fuera de control: la inseguridad.

Por eso a nadie le extrañó que ayer casi 1.000 personas participaran de la marcha, donde pudo palparse la indignación que existe en el barrio por la seguidilla de robos y, fundamentalmente, por la trágica historia del crimen de la cajera.

Bajo el lema de "queremos seguridad y justicia", los primeros manifestantes llegaron a la esquina de 7 y 526 cerca de las 17. Allí, comerciantes, empresarios, profesionales, empleados, jubilados y vecinos en general, se unieron en un cerrado aplauso para, instantes después, comenzar con los pedidos, casi a los gritos, de "justicia, justicia".

En la reunión estuvo presente el esposo de la víctima y muchos familiares de personas que han sufrido episodios recientes de inseguridad extrema en la Región.

"NO PODEMOS MAS"

Un jubilado portó una pancarta que rezaba: "Urgente. Pedimos seguridad, porque así no podemos más. Exigimos urgentes operativos: los vecinos de Tolosa".

En tanto una señora mostró una remera con el mensaje: "Ministro renunciá. No apto para frenar la inseguridad".

La marcha había sido convocada por la asamblea popular compuesta por los comerciantes de Tolosa, en la que convergen más de 140 comercios, todos preocupados por la ola delictiva.

Carlos Nahón, uno de los coordinadores de la movilización, comentó que "la idea es juntarnos y que el gobierno se entere de la disconformidad que existe entre los vecinos de Tolosa por esta terrible situación que estamos viviendo todos los días".

"Ya se agotaron las palabras. Basta de injusticia. Ya no alcanzan las puertas, las alarmas ni las rejas. Vivimos en una inseguridad total", aclaró.

Durante la manifestación, en la cual se ocupó toda la esquina de 7 y 526, se repartieron globos negros, un claro indicio del malestar que existe en la zona.

También se realizó un minuto de silencio, seguido de un cerrado aplauso, en memoria de María Soledad Acosta. Además aparecieron diversos camiones de una empresa conocida empresa constructora, que hicieron sonar sus bocinas acompañando los aplausos de la gente.

"Venimos a apoyar a nuestros compañeros empleados de comercio. Nosotros también somos trabajadores que sufrimos la inseguridad", mencionó Carlos Martínez, encargado de la logística y distribución de la firma "Imacova".

Después llegó el turno de entonar el himno nacional y todos los presentes marcharon por 7 hacia el supermercado Vea de 525.

"Estoy cansado de que me roben. Los domingos no abro más, así por lo menos tengo un descanso de los delincuentes", señaló Rodolfo, propietario del locutorio ubicado en 7 y 520. "Parece un chiste, pero es la situación que nos está tocando vivir en estos momentos en el barrio", destacó.

Una vez que los vecinos se hicieron presentes en el lugar donde asesinaron a Soledad, uno a uno fueron poniendo los globos negros junto a una pancarta que se encontraba colgada en la puerta del supermercado que decía: "Justicia para Soledad".

El momento culminante de la tarde fue cuando, sobre el final de la marcha, se hizo presente en el lugar Néstor Lurbe, el esposo de María Soledad, junto a su madre, sus hijos y una de sus hermanas (ver aparte).

Minutos después, se volvió a realizar un minuto de silencio que cerró la movilización con un grito unánime entre los presentes: "justicia, justicia" y "Soledad está presente".

Un pequeño grupo se apartó del recorrido que seguían los manifestantes y pasó por la puerta de la casa de la madre de la presidenta Kirchner, ubicada en esa zona de Tolosa.

LA OTRA MOVILIZACION

Ayer, en horas de la mañana, los que protestaron fueron los empleados de las empresas "Disco" y "Vea", en un número cercano a las 100 personas.

El punto de encuentro fue el supermercado donde mataron a la cajera y también hubo muchas pancartas: "Todos por Sole"; "Sólo confiamos en la justicia de Dios" y "Compañeros Vea presentes, todos por Sole".

"No puede ser que estén todos los policías custodiando un partido de fútbol, como pasó el viernes con Estudiantes, y las calles estén desprotegidas, expuestas a los delincuentes", expresó Marcos García, delegado del supermercado Vea.

A su turno, Raúl Díaz, capitán de la sexta, mencionó que "el sector no es una zona liberada. Y se tomaron los recaudos habituales el día que ocurrió el hecho".