El nuevo rey Midas de los Juegos

La mitología griega cuenta que había un Rey llamado Midas que todo lo que tocaba lo convertía en oro... Y algo semejante hizo Michael Phelps en los Juegos de Beijing 2008 donde se terminó de colgar ocho medallas doradas, en una idéntica cantidad de pruebas en que le tocó competir en el majestuoso "Cubo de Agua" construidos por los chinos, para consagrarse en el mejor atleta olímpico de todos los tiempos.

"Nunca me hubiese imaginado que me ocurriera algo así. Pero se me había metido en la cabeza lograr algo inédito en el mundo del deporte, paralelo con mi objetivo de cambiar la natación. Claro que sin la ayuda de mis compañeros de equipo, esto no habría sido posible. Ni siquiera sé cómo me siento ahora", reconoció con la humildad que se lo caracteriza al estadounidense.

Michael Phelps, el fenómeno nacido hace 23 años en la ciudad de Baltimore, quedará para siempre inmortalizado en la historia del deporte pese a que todavía tiene mucho camino por recorrer. Claro que tras su participación en la natación de Beijing se puede decir que ya se ha transformado en un verdadero mito viviente más allá del significado que tuvo el hecho de haber superado el récord que ostentó por 36 años su compatriota Mark Splitz con las siete medallas de oro ganadas en Munich '72.

Para muchos es un "súperheroe"... Y qué decir en su país donde la televisión batió récords de audiencia cada vez que Phelps se tiró a la pileta en China. Hasta se cambiaron los horarios de las competencias por pedido de la TV. Inclusive, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se comunicó telefónicamente ayer desde su rancho de Crawford, Texas, con el nadador a quien le dijo: "Si has podido ganar ocho medallas, podrás con cualquier cosa. Nuestra familia está muy feliz, pero lo más importante, Estados Unidos está muy orgulloso de ti".

COMPARACIONES, NO

A pesar de haber dejado atrás la marca del mítico Mark Spitz prefiere evitar cualquier tipo de comparaciones. Phelps es ahora el más grande, y, cómo él mismo asegura, sólo hay uno. "Quiero ser el primer Michael Phelps, no el segundo Mark Spitz". El nadador describió a la competencia de Beijing como una montaña rusa. "Fui desde golpearme la cabeza contra la pared para ganar por una centésima de segundo a hacer mi mejor tiempo en cada prueba. Esto ha sido una montaña rusa ascendente", relató entre risas el deportista.

El sueño de Phelps comenzó el pasado 10 de agosto cuando ganó los 400 metros combinados y tras una semana mágica consiguió todo lo que se propuso. Luego de obtener, en la medianoche del sábado de nuestro país, la posta de 4x100 medley con el equipo de Estados Unidos (Aaron Peirsol, Brendan Hansen y Jason Lezak) se mostró emocionado y más sonriente que nunca en el podio recibiendo un atronador aplauso.

Phelps ha mostrado un nivel descomunal desde la primera hasta la última carrera. Después de esta proeza, quedan cuatro años para ver si logra enriquecer todavía más su leyenda. "Me gustaría intentar otras pruebas, que no haya nadado hasta aquí. Por eso veremos que pasa", afirmó el nadador de EE.UU que tendrá su próximo cita olímpica en Londres 2012.

¿QUE SERA DE TI?

Entonces, ¿qué objetivos se planteará un hombre al que apenas le quedan pocas metas por quebrar? A Phelps le gustaría correr en pruebas de velocidad, pero su entrenador, Bob Bownan -quien lo asiste desde los 11 años- no lo considera oportuno. Bowman es un gran motivador, además de ser un excelente técnico ,y constantemente experimentará nuevas formas de entrenamiento para mantener intacta la ilusión de este veterano de 23 años. Y él, encantado afirma: "Será muy divertido".

Luego de competir en Beijing viene un merecido descanso para Michael Phelps. "Mi objetivo es no hacer nada, sentarme y no moverme de mi casa. Seguramente me juntaré con algunos de mis amigos y colgarles las medallas para que se vuelvan locos". Será tiempo de reposo para este guerrero de la natación para que pueda recobrar energías y para que dentro de poco vuelva a seguir sorprendiendo al mundo del deporte cada vez que se tire a una pileta.