Pablo Fernández, el elegido como sucesor
Sólo restan detalles para que sea el DT. Valdecantos será el preparador físico.
| 3 de Diciembre de 2009 | 00:00

El elegido fue Pablo César Fernández, y hoy mismo podría ser presentado como nuevo técnico de Gimnasia en reemplazo de Leonardo Carol Madelón, quien ayer se despidió del plantel en Estancia Chica. Solamente restan detalles para que el contrato sea firmado y el Moncho, que trabajó junto a Guillermo Sanguinetti, cuando el uruguayo dirigió al Lobo, se haga cargo del plantel albiazul en medio de una profunda crisis futbolística.
La jornada de ayer fue por demás agitada en todos los ámbitos ligados al club de la calle 4, pues ni bien se confirmó la salida de Madelón hubo una serie de reuniones con la idea de asegurar la contratación de un nuevo entrenador. Los contactos se sucedieron y anoche fuentes ligadas a las partes daban por segura la llegada del ex mediocampista del club, el primero al que fue a buscar la dirigencia.
Es más, quedó poco menos que confirmado que detrás de Pablo Fernández llegará el preparador físico Javier Valdecantos, con pasado en la entidad albiazul desde que llegó acompañando a Carlos Timoteo Griguol. Detrás de ellos Fernando Risso como ayudante de campo; Fernando Amoroso como segundo preparador físico; y Fernando Gayoso que continuaría trabajando como entrenador de arqueros.
Dirigentes de la institución, con el presidente Walter Gisande a la cabeza, se reunieron ayer tanto con el técnico como con el preparador físico, en lo que se informó como en "muy buenos términos". Tanto, que no sería de extrañar que en el transcurso del día de hoy se haga el anuncio oficial, algo que permitiría la asunción del nuevo DT lo antes posible.
TODO DE GOLPE
Los acontecimientos se sucedieron de golpe ayer en la concentración de Abasto. Leonardo Madelón se hizo presente en compañía de todos sus colaboradores para despedirse, la decisión que en la madrugada anterior le había confirmado al presidente Gisande. Hubo conferencia de prensa en lo que el DT se mostró muy conmovido, y al toque se registraron reuniones para coordinar los pasos a seguir.
La dirigencia decidió entonces que Pablo Morant y Darío Ortiz, de las inferiores, asumieran la conducción del plantel en forma interina, porque el campeonato continúa y el Lobo visitará el fin de semana a Lanús; mientras la lista de candidatos comenzaba a incorporar apellidos y más apellidos.
Gregorio Pérez, Angel Cappa y Edgardo Bauza fueron los primeros que se anotaron en la grilla. Después hubo un empresario que ofreció a Ricardo Caruso Lombardi, quien se confesó hincha de Estudiantes, y hasta Carlos Timoteo Griguol se ofreció para tomar las riendas del equipo que el lunes pasado tocó fondo cuando perdió como local frente a Argentinos Juniors.
EL MONCHO CON EL "1"
Los dirigentes escucharon a todos, pero en la cabeza tenían a Pablo Fernández como el número "1". Y por él fueron. Les quedó una buena imagen de la gestión que cumplió junto a Sanguinetti, etapa en la que en opinión de la conducción del club armó un buen equipo de reserva, con juveniles luego promovidos a Primera.
En realidad, el podio quedó conformado por el Moncho, otro técnico con pasado ligado a Gimnasia y uno más que nada que ver, según adelantó pasado el mediodía un alto dirigente de la entidad.
Todos los cañones apuntaron a Fernández, y con él se comunicaron lo más rápido posible. Atento a lo que estaba pasando en Estancia Chica, el Moncho atendió su teléfono y arregló un encuentro para analizar su regreso al Lobo, ya como cabeza visible de un cuerpo técnico que deberá mantener en el fútbol grande a un equipo que hoy por hoy está hundido en zona de promoción.
El Moncho presentó un plan de trabajo que causó una buena impresión en quienes lo escucharon, y que a continuación le plantearon una idea que manejaron desde el vamos. Sumarle a Javier Valdecantos como preparador físico.
Esto no alteró en nada la negociación, al punto que sobre la marcha fue convocado Valdecantos, quien viajó desde la capital federal para sumarse a la conversación que por lo que trascendió tuvo coincidencias casi absolutas.
En estas circunstancias las partes llegaron a un principio de acuerdo y nada hacía suponer anoche que la llegada del Moncho podía frustrarse. No obstante, representantes de la dirigencia y el propio técnico aseguraron anoche que "todavía faltan algunos detalles" para que se haga oficial el anuncio.
HISTORIA BIEN TRIPERA
Pablo César Fernández se inició futbolísticamente en Gimnasia, club del cual es hincha, y en donde jugó en Primera entre los años 1988 y 1995. Tras un dura lesión que le demandó más de lo esperado en recuperarse, perdió terreno en el primer equipo y fue transferido a Deportivo Español.
Su actividad profesional como futbolista luego continuó en Atlético Tucumán, nuevamente en Deportivo Español, Banfield y Olimpo de Bahía Blanca, club en el que abandonó la práctica profesional del fútbol a fines del 2005.
Ya como técnico, el Moncho se sumó al grupo de trabajo que conformó Guillermo Sanguinetti en su desembarco en Gimnasia y se hizo cargo de la divisional reserva, colocando los mojones de lo que luego terminó explotando como equipo con Adrián Czornomaz.
Se consideró tan bueno su trabajo con los juveniles que los dirigentes albiazules habían pensado en ofrecerle la continuidad al Moncho en oportunidad del alejamiento del Topo Sanguinetti, pero fue la negativa rotunda de Fernández la que echó por tierra con dicha idea de los directivos mens sana, que ya lo veían como el técnico que el primer equipo necesitaba.
La jornada de ayer fue por demás agitada en todos los ámbitos ligados al club de la calle 4, pues ni bien se confirmó la salida de Madelón hubo una serie de reuniones con la idea de asegurar la contratación de un nuevo entrenador. Los contactos se sucedieron y anoche fuentes ligadas a las partes daban por segura la llegada del ex mediocampista del club, el primero al que fue a buscar la dirigencia.
Es más, quedó poco menos que confirmado que detrás de Pablo Fernández llegará el preparador físico Javier Valdecantos, con pasado en la entidad albiazul desde que llegó acompañando a Carlos Timoteo Griguol. Detrás de ellos Fernando Risso como ayudante de campo; Fernando Amoroso como segundo preparador físico; y Fernando Gayoso que continuaría trabajando como entrenador de arqueros.
Dirigentes de la institución, con el presidente Walter Gisande a la cabeza, se reunieron ayer tanto con el técnico como con el preparador físico, en lo que se informó como en "muy buenos términos". Tanto, que no sería de extrañar que en el transcurso del día de hoy se haga el anuncio oficial, algo que permitiría la asunción del nuevo DT lo antes posible.
TODO DE GOLPE
Los acontecimientos se sucedieron de golpe ayer en la concentración de Abasto. Leonardo Madelón se hizo presente en compañía de todos sus colaboradores para despedirse, la decisión que en la madrugada anterior le había confirmado al presidente Gisande. Hubo conferencia de prensa en lo que el DT se mostró muy conmovido, y al toque se registraron reuniones para coordinar los pasos a seguir.
La dirigencia decidió entonces que Pablo Morant y Darío Ortiz, de las inferiores, asumieran la conducción del plantel en forma interina, porque el campeonato continúa y el Lobo visitará el fin de semana a Lanús; mientras la lista de candidatos comenzaba a incorporar apellidos y más apellidos.
Gregorio Pérez, Angel Cappa y Edgardo Bauza fueron los primeros que se anotaron en la grilla. Después hubo un empresario que ofreció a Ricardo Caruso Lombardi, quien se confesó hincha de Estudiantes, y hasta Carlos Timoteo Griguol se ofreció para tomar las riendas del equipo que el lunes pasado tocó fondo cuando perdió como local frente a Argentinos Juniors.
EL MONCHO CON EL "1"
Los dirigentes escucharon a todos, pero en la cabeza tenían a Pablo Fernández como el número "1". Y por él fueron. Les quedó una buena imagen de la gestión que cumplió junto a Sanguinetti, etapa en la que en opinión de la conducción del club armó un buen equipo de reserva, con juveniles luego promovidos a Primera.
En realidad, el podio quedó conformado por el Moncho, otro técnico con pasado ligado a Gimnasia y uno más que nada que ver, según adelantó pasado el mediodía un alto dirigente de la entidad.
Todos los cañones apuntaron a Fernández, y con él se comunicaron lo más rápido posible. Atento a lo que estaba pasando en Estancia Chica, el Moncho atendió su teléfono y arregló un encuentro para analizar su regreso al Lobo, ya como cabeza visible de un cuerpo técnico que deberá mantener en el fútbol grande a un equipo que hoy por hoy está hundido en zona de promoción.
El Moncho presentó un plan de trabajo que causó una buena impresión en quienes lo escucharon, y que a continuación le plantearon una idea que manejaron desde el vamos. Sumarle a Javier Valdecantos como preparador físico.
Esto no alteró en nada la negociación, al punto que sobre la marcha fue convocado Valdecantos, quien viajó desde la capital federal para sumarse a la conversación que por lo que trascendió tuvo coincidencias casi absolutas.
En estas circunstancias las partes llegaron a un principio de acuerdo y nada hacía suponer anoche que la llegada del Moncho podía frustrarse. No obstante, representantes de la dirigencia y el propio técnico aseguraron anoche que "todavía faltan algunos detalles" para que se haga oficial el anuncio.
HISTORIA BIEN TRIPERA
Pablo César Fernández se inició futbolísticamente en Gimnasia, club del cual es hincha, y en donde jugó en Primera entre los años 1988 y 1995. Tras un dura lesión que le demandó más de lo esperado en recuperarse, perdió terreno en el primer equipo y fue transferido a Deportivo Español.
Su actividad profesional como futbolista luego continuó en Atlético Tucumán, nuevamente en Deportivo Español, Banfield y Olimpo de Bahía Blanca, club en el que abandonó la práctica profesional del fútbol a fines del 2005.
Ya como técnico, el Moncho se sumó al grupo de trabajo que conformó Guillermo Sanguinetti en su desembarco en Gimnasia y se hizo cargo de la divisional reserva, colocando los mojones de lo que luego terminó explotando como equipo con Adrián Czornomaz.
Se consideró tan bueno su trabajo con los juveniles que los dirigentes albiazules habían pensado en ofrecerle la continuidad al Moncho en oportunidad del alejamiento del Topo Sanguinetti, pero fue la negativa rotunda de Fernández la que echó por tierra con dicha idea de los directivos mens sana, que ya lo veían como el técnico que el primer equipo necesitaba.
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