A la caza de candidatos

Por IRENE BIANCHI

-Chicas, ¿qué les parece si nos ofrecemos como fiscales voluntarias para el 28?

-¿Y desde cuándo ese fervor patriótico, Ofelia? No te conocía esa veta. Así que tenías vocación de servicio, y yo, ni enterada.

-Qué vocación de servicio ni qué ocho cuartos, Menena. Soy utilitaria y pragmática. Me parece una buena ocasión para ligar algo.

-Vos sí que no das puntada sin hilo, eh. ¿Y si te toca una mesa femenina?

-Pero también están los cursos de capacitación previos. Es cuestión de hacerse una recorrida por todos los comités, y ver dónde hay más pique.

-¡Qué ganas que tenés de que te hagan la boleta, Ofe! ¡Disimulá un poquito!

-A río revuelto, ganancia de pescadores. Con tal de que los votes, los políticos son capaces de proponerte casamiento. Es ahora o nunca, compañeras. Hay que aprovechar la volada y salir de perdedoras de una vez por todas.

-¿Te inspiraste en el Programa "Engancháte", que lanzaron Scioli y Nacha para entusiasmar a los jóvenes?

-Con una variante. "Te engancho: el que no me toca es un chancho".

-No, mejor sacá la referencia al chancho. Por lo de la gripe porcina, ¿viste?

-¿No está un poco inflado ese tema? ¿Y por qué ya nadie habla del dengue?

-Porque ahora hace frío. Lo malo es que el mosquito se va a quedar agazapado hasta que llegue el calorcito, y como ya nadie lo tiene en cuenta, no van a fumigar. Porque acá se mueven sólo con el agua al cuello.

-No te preocupes, Hilda, que antes va a aparecer alguna otra peste, que les va a matar el punto a las otras dos: el virus canino, la bacteria del bicho bolita, el escarabajo asesino, la babosa chupasangre, el cienpiés venenoso, la cucaracha atómica, la gripe bovina, el moquillo equino, el regreso de la vaca loca.

-Pará, fanática. No seas apocalíptica.

-Ahora que decís, tuve una pesadilla horripilante. Soñé que el país estaba gobernado por varios clanes siniestros, bizarros y ambigüos: los Guidosüllers, los Zulmalobatos, los Oggijuncos, todos capitaneados por Patti y el papá de Wanda Nara. Jacobo Winograd era Pimer Ministro, y Nino Dolce, el cantinero. Amalia Granata, jefa de porristas y Nazarena Vélez atendía un kiosco de pastillas multicolores.

-Tenés sobredosis de tele, Vilma. Aflojá con los programas de chimentos, que te queman la cabeza.

-¿Y qué querés que mire? El otro día me ilusioné viéndola a Cristina bailar con De Angelis y con Cobos. Me dije: por fin un acercamiento, un diálogo, el fin de la guerra fría. Y resultó ser la parodia de "Gran Cuñado". Un bajón.

-Es peligroso que no puedas distinguir entre realidad y ficción, Vilmita. Te faltan algunos jugadores.

-¿Y qué? La Selección tiene los mejores y está jugando como el traste.

-No es la única cancha embarrada. La causa judicial al tatuado suena a provocación, ¿o no?

-La estrategia del oficialismo me hace acordar a esos tipos que, para levantarte, en lugar de hacer méritos propios, le bajan la caña a tus otros festejantes. "Fulano tiene mal aliento; Mengano come con la boca abierta; Sultano se escarba la nariz; Perengano se rasca las partes..."

-Que estas elecciones nos lluevan candidatos, del color que sean. Chin, chin!


airinbianchi@yahoo.com.ar

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