24 de Noviembre de 2010 | 00:00
Corea del Norte pareció enviar ayer un mensaje sobre su poderío militar y la continuidad de la sucesión presidencial de la familia Kim con su ataque a un isla surcoreana que, según Pyongyang, está dentro de su soberanía.
La isla surcoreana Yeonpyeong se encuentra dentro de la línea de demarcación marítima de 4 kilómetros de ancho establecida en 1953, que nunca fue aceptada por Corea del Norte.
El gobierno comunista señala que dicha isla y otras pertenecen a su soberanía, por lo que en 1999 fijó una frontera marítima.
Según informes de aquella época, el armisticio firmado el 27 de julio de 1953 fue fundamental para la liberación de los prisioneros, especialmente para aquellos que no querían regresar a sus países de origen, pero no resolvió los puntos esenciales de la guerra que mantuvieron las dos coreas (1950-1953).
El ataque norcoreano contra la isla de Yeonpyeong, en el que murieron al menos 2 soldados y otros 15 heridos, constituye el peor enfrentamiento ocurrido entre las dos coreas desde la firma de dicho documento ante la presencia de delegados de las Naciones Unidas, las dos coreas y China.
A este clima de tensión se suma el incidente ocurrido en marzo pasado, cuando 46 marineros murieron al hundirse el barco surcoreano ôCheonanö, en un hecho que Corea del Sur atribuyó a una explosión provocada por Pyongyang, según determinó una investigación internacional.
Sin embargo, Corea del Norte negó rotundamente las acusaciones de Seúl sobre dicho incidente, ocurrido a 100 kilómetros de la isla atacada ayer.
Las relaciones entre Seúl y Pyongyang se fueron deteriorando luego de que el presidente surcoreano Li Myung-bak asumiera la presidencia en febrero de 2008, ya que el mandatario prometió una posición más dura hacia su vecino del norte y su programa nuclear.
"Nadie necesita recordar la volatilidad de las relaciones entre Norcorea y Surcorea, ni la sensibilidad de su disputada frontera marítima", opinó Jonathan Marcus, corresponsal diplomático de la BBC.
El analista dijo que ôel bombardeo de Yeonpyeong es para disuadir al Sur y defender sus intereses. Es, además, una amplia demostración del poder que tiene Norcoreaö, cuyo ejército de 1.106.000 soldados está considerado el quinto mejor del mundo.
El ataque norcoreano se inició luego de que Pyongyang pidiera a Seúl que detenga los ejercicios militares que realiza en el área de la disputada frontera marítima occidental.
Pero cuando las fuerzas de Seúl se negaron a detener las maniobras y dispararon proyectiles hacia las aguas en disputa, Pyongyang bombardeó -ayer- la isla de Yeonpyeong, en el mar Amarillo, donde se encuentran bases militares y población civil.
La revista estadounidense Time afirmó que ôdetrás de los incidentes de Yeonpyeong se encuentra la sucesiónö del presidente Kim Jong Il, al referirse a la posible decisión del líder norcoreano de que su hijo menor Kim Jon Un, de 27 años -y no su primogénito de 38 años- sea quien lo suceda en el cargo.
Según informes de prensa, Kim Jong Nam no puede suceder a su padre, debido a que hace ocho años intentó fugarse del país, aunque cuando fue atrapado por las autoridades confesó que solo quería conocer Disneylandia en Tokio.
Corea del Sur y Corea del Norte permanecen técnicamente en guerra desde 1953, en medio de una ôzona desmilitarizadaö de 240 kilómetros de longitud y 4 de ancho.
La península se encuentra dividida a través del paralelo 38, que al Oeste se conecta con un límite marítimo de unos 200 kilómetros de longitud trazado en forma unilateral por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1953, luego del armisticio.
El ataque fue condenado por el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, ya que Washington es el principal aliado de Corea del Sur y mantiene en ese territorio 28.500 soldados y unos 50.000 civiles.
La Casa Blanca forma parte del llamado Grupo de los Seis ûEstados Unidos, China, Japón, Rusia y ambas coreas- que mantiene negociaciones con Pyongyang con el fin de controlar su programa nuclear.
Según informes de la Federación de Cientistas estadounidenses, Pyongyang tiene en su poder al menos diez bombas atómicas.
El ataque norcoreano ocurrió días después de que el régimen comunista revelara que ha construido una planta de enriquecimiento de uranio.
A este cuadro se suman las declaraciones de Siegfried Hecker, profesor de la Universidad de Stanford y ex director del Laboratorio Nacional de los Alamos en Estados Unidos, quien reveló que visitó la central nuclear norcoreana de Yongbyon el pasado 12 de noviembre.
Hecker dijo que, en dicha planta, Corea del Norte tiene al menos 1000 centrifugadoras de bajo enriquecimiento de uranio, según Pyongyang.
De todos modos, algunos analistas creen que no existen posibilidades de una guerra en la región, dado que ninguna de las dos Coreas quiere un conflicto militar.
China, el principal aliado norcoreano, procura mantener la estabilidad política norcoreana, para evitar repercusiones en el resto de Asia Oriente y en su propio territorio.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE
Para comentar suscribite haciendo click aquí