Volvió "más atorrante que nunca"

Tiene 68 años y hace cuarenta que se dedica a la pasión de toda su vida: componer y cantar. Está escribiendo sus memorias donde promete revelar todos los secretos de su vida, incluyendo sus conquistas amorosas

Tiene una pinta de varón que mata. Y hasta que se casó, hace cinco años, una colección de novias, famosas y no tanto, que lo convierten en "el galán" argentino. Y sin embargo, no acepta que le digan divo. (Aunque lo es). Prefiere otro título, por lo menos desconcertante. Pero si él lo dice...

"¿La verdad? Yo me siento más vedette que divo -confiesa- porque la vedette tiene más exposición, cierto glamour... No tengo caprichitos de divo como Luis Miguel, que no acepta que lo miren directamente a los ojos. Ni pido camarín rosa ni agua Evian. A mí me ponen agua de la canilla y un sánguche de mortadela. Hay gente que tiene calle y gente que no. Eso no se compra ni con un palo verde. Ojo, a veces me gusta un champucito. No lo voy a negar...".

Lo que niega, y por la forma que lo dice parece cierto, es que se acabaron las aventuras amorosas. Y no porque acusa 68 años y algunos "problemitas" de salud, sino porque un día llegó a su vida Andrea Sblano, una psicóloga de 30 años, hija de un viejo amigo. Y...sí. Como dicen los amigos del barrio, "Cacho es Cacho".

SE CALMO LA FIERA

"La gente cree que abro los placares y se caen las minas -dice-. Pero no. Igual, a veces tengo algún quilombito...algún mensajito de texto que no le gusta. Pero estoy manso. Ni ahora ni nunca me levanté una mina desde un escenario. No me la creo cuando me tiran la bombacha y nunca tendría una doble vida. ¡Es mucho laburo!. Para colmo, Andrea es psicóloga: a todo le encuentra explicaciones lógicas".

Dejando de lado su relación con Andrea, a la que Cacho define como "lo más importante de mi vida", lo cierto es que el creador de "Café la humedad" tiene toda una teoría, por momentos contradictoria, sobre la relación hombre-mujer.

"Si tenés dinero te llueven mujeres -asegura-. Si tenés minas ¡perdés guita!. Para levantar minas lo que no falla es hacerse el desprotegido. Aparte, las mujeres mienten mucho. Muchas me agarraban las piernas y me decían `No me dejes que me muero´. ¡Ni gripe tuvieron!. ¿La verdad? Son el motor en la vida de cualquier hombre".

LA SALUD

Pero no todo pasa por el amor en su vida. La salud, desde hace un tiempo, le dio más de un disgusto. Nada demasiado grave, pero sí para tener en cuenta. O, al menos, para repensar su manera de vivir, sabiendo que en la carrera de un artista, por famoso y querido que sea, el estrés es inevitable. Como diría Andrea, "el cuerpo tiene sus razones". Y Cacho, hoy, está atendiendo esas razones.

"Me cuido más la salud pero tampoco soy obsesivo -afirma-. Mi hermano murió a los 40 años. No fumaba ni tomaba y se fue de un infarto súbito. Es una manera de vivir. A mí me gusta ganar bien, laburar poco, buen morfi y ya está. Mañana es más tarde de lo que uno piensa. Hay que vivir la vida hoy. ¡Ah, estoy haciendo una siestita todos los días!. Me estoy portando bien".

Tan bien, hay que agregar, que por primera vez en 68 años se hace chequeos constantes, fuma menos, y admite que no le tiene miedo a la muerte pero sí a la enfermedad. No le gusta nada, pero nada, imaginarse tirado en una sala de terapia intensiva "Y ver venir a la Parca -admite-. Prefiero morirme sin preaviso, que me agarre el bobo de golpe y chau".

CON CODIGOS

Hasta los que lo critican, y algunos lo critican duro, no tienen más remedio que reconocer que Cacho es un hombre y un artista con códigos. Y como muchacho de barrio que fue, y en buena medida sigue siendo, tiene valores que nunca traiciona. Sin que le importe el precio. Por eso no duda en pasarle la factura a Federico Luppi, por sus críticas a Mirtha Legrand y Susana Giménez.

"Que Federico Luppi con su trayectoria se meta en semejante feria de vanidades no lo comprendo -asegura-. Llegar a esa edad y, repito, con esa trayectoria, es de criticones, seudo artistas y malcriados. El arte no compite, no es un deporte. Pero bueno...son los códigos violentos de la tele de hoy. No es como cuando estaba Alejandro Romay. Muchos artistas son una manga de maleducados".

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