Vélez se despidió de la Libertadores

Vélez salió obviamente decidido a asumir el protagonismo y marcar cuanto antes, algo que se le cumplió a pie juntillas, porque a los tres minutos ya estaba en ventaja por un preciso frentazo del retornado Santiago Silva.

Parecía que la noche pintaba a pedir de Vélez, pero conforme empezó a pasar el tiempo y los mexicanos a hacer pie en el partido, el dominio de los locales fue registrando intermitencias.

En esos 45 minutos iniciales fue Silva la luz roja encendida para la defensa rival y el protagonista de las acciones de mayor riesgo en favor de los dueños de casa.

A todo ello hay que sumar la falta de juego de su conductor, Maximiliano Moralez, lo que derivaba todo el fútbol hacia la derecha, donde realizaron un buen partido partido Gastón Díaz y Fabián Cubero.

Y finalmente, para explicar la impotencia goleadora de los dirigidos por Ricardo Gareca hay que apuntarle al arquero visitante Liborio Sánchez, el tercero del plantel mexicano, que llegó a Liniers sin cinco de sus titulares, que están concentrados con el seleccionado mundialista de su país, más otros tres que son reservados para la liga de su país (están jugando los play off y deben afrontar la revancha con Morelia, luego de perder 4-2 en la ida).

Salvo el capitán Héctor Reynoso y los delanteros Omar Bravo y Omar "Cabrito" Arellano, los demás futbolistas que afrontaron estos dos partidos con Vélez no juegan habitualmente en la primera división del conjunto azteca.

Este panorama negativo para el equipo argentino, el primero que resulta eliminado en estos octavos de final de Copa Libertadores (faltan jugar el campeón Estudiantes y Banfield), se agudizó en el segundo tiempo.

Vélez fue a buscar cada vez con menos ideas y conforme pasaron los minutos ya chocaba más que jugaba y recurría a los pelotazos para los uruguayos Silva y Rodrigo López, hasta que posteriormente ingresaron Juan Manuel Martínez y Rolando Zárate, quemando Gareca las naves con cuatro delanteros ante la imprescindible necesidad de sumar, como mínimo dos goles más.

Pero le alcanzó solamente para uno, el cabezazo de Rolando Zárate sobre los 44 minutos, que le dio máxima emoción a los cuatro minutos de descuento que otorgó el árbitro brasileño Wilson Semene, de regular tarea, ya que dejó hacer mucho tiempo al arquero visitante en los saques de arco y en algunos choques dentro del área visitante.

La multitud que inundó el estadio José Amalfitani y recibió al equipo con lluvia de papeles y bombas de estruendo, además de celebrar en la previa el centenario de la institución, pasó entonces de una restaurada euforia por la inminencia del tercer gol que forzaba los tiros penales a la decepción por una gran oportunidad perdida ante un equipo de menor jerarquía.

Es que este conjunto de Chivas ganó exageradamente y con una alto dosis de fortuna por 3 a 0 en la ida, cuando el empate hubiese sifo el resultado más justo, y hoy mereció una derrota hasta más abultada.

Pero nada de eso se produjo y Vélez volvió a padecer el karma mexicano, ya que en seis partidos contra equipos de ese país este fue su primer triunfo, pero además, cada vez que enfrentó a un conjunto azteca por Copa Libertadores (con Chivas lo había hecho en 2006), siempre quedó eliminado, y esta vez no fue la excepción.

Para Chivas, en tanto, queda el regalo de un paso casi impensado a los cuartos de final, en los que se cruzará con el ganador de la serie que cerrarán el próximo jueves Libertad, de Paraguay, con Once Caldas, de Colombia.