Senador dijo que tiene los números de teléfonos desde donde lo habrían sobornado

El senador Emilio Rached aseguró hoy que tiene "los números telefónicos desde donde se habían realizado las llamadas" en las que, según denunció días atrás, lo presionaron e intentaron sobornar para cambiar su voto durante la discusión de la resolución 125.

"Tengo los números telefónicos desde donde se habían realizado las llamadas, que eran anónimas. Durante ese día, recibimos a los teléfonos y a los correos electrónicos distintos mensajes de un sector y de otro (a favor y en contra de la resolución 125), aseguró Rached.

Precisó además que en su oficina se registró una llamada de "una persona que dijo pertenecer al Ministerio del Interior" pero no atendió.

El senador advirtió que tampoco atendió un llamado del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, porque "si uno abría los teléfonos, empezaban a sonar todo el día con miles de llamadas".

No obstante, advirtió: "todavía conservo la información, los cientos de correos electrónicos".

Rached calificó como "desafortunados" los dichos del titular del bloque oficialista, Miguel Pichetto, por entender que se trataron de una "confesión de parte que explica cómo funciona la Argentina" y agregó: "está todo dicho cuando Pichetto cree que el Gobierno tiene que devolver con obras la orientación de un voto".

Así se refirió a las declaraciones radiales efectuadas por Pichetto el miércoles, cuando sostuvo que el hecho de que "el gobierno ayude o privilegie una relación con un estado provincial y que apueste a generar obra pública en determinados lugares, no puede ser calificado de corrupción".

"Si queremos un Parlamento que funcione con las características republicanas no pueden después reconocer que hay legisladores que están disciplinados y otros que no son beneficiados por no votar con el Gobierno", señaló Rached apuntando a esas declaraciones.

En esta línea, agregó: "Pichetto, en definitiva, nos ahorró cualquier tipo de declaración a los legisladores que pensamos que hay mecanismos tendientes a modificar voluntades en el Senado. Si la Justicia advierte que esto es algo menor, la suerte está echada para la Argentina".