Amores, tentaciones y culpas

La última noche, de Massy Tadjedin.- Interesante y elegante comedia romántica que habla del amor y el adulterio, del recuerdo y los secretos. Es un día en la vida de Michael y Joanna, una pareja joven, exitosa y algo distante. Viven bien, pero entra en escena los celos y de a poco la calma se va transformando. Ella cree que Michael la engaña. El jura que no, pero como tiene que viajar por razones de trabajo con esa mujer, Joanna se queda dudando. De golpe reaparece una ex pareja de ella, un tipo encantador, que dejó muy buenos recuerdos. La película cuenta en forma paralela las situaciones que viven estos cuatro personajes a lo largo de una noche. ¿Será la última, como dice el título? Y lo hace para hablarnos de la infidelidad, de la tentación, de la renuncia y de la culpa. La directora es una debutante, Massy Tadjedin, una escritora iraní norteamericana que se revela como una realizadora sensible y de buen gusto. El filme transita lugares conocidos y prefiere no meterse en aguas profundas, pero acierta a la hora de retratar a esos personajes que se le pasan dudando, que juegan con sus logros y sus ilusiones, que hacen una cosa al mismo tiempo que piensan en otra cosa. Un filme sugerente, sobre todo en ese final, con el regreso del Michael y las lágrimas de Joanna, cuando una vez más la pareja parece estar más unida por los secretos que por las certezas. Allí Tadjedin trata de decirnos que todo amor está construido sobre arenas movedizas y que las tentaciones, el adulterio y las dudas acaban siendo la parte esencial de un vínculo tan inestable y tan decisivo. Y nos muestra encuentros que llegan lejos y reencuentros que no se atreven a ponerse a prueba, coqueteos, preguntas, culpas. Y como al pasar, deja caer algunas preguntas: ¿cuál es más infiel? ¿El que acepta un encuentro ocasional que no deja huellas o el que no se anima a engañar pero se la pasa pensando en lo que no fue? "La última noche" nos habla de las sumas y restas de toda pareja y nos recuerda que el pasado puede engañar más que el presente y que veces se traiciona más con el sentimiento que con el cuerpo. Un filme hecho de miradas, insinuaciones, cosas a medio hacer, silencios y dudas. (*** ½ INTERESANTE).

SOLO FESTEJOS

Año Nuevo, de Garry Marshall.- Filme de historias cruzadas, con muchas caras conocidas y poca sustancia. El asunto es contar lo que le pasa a una docena de personajes en la Gran Manzana y en la noche del 31 de diciembre, cuando la Ciudad se prepara para revivir el viejo rito de convocar a la celebración y la esperanza. Un filme coral sostenido con alambre, sin humor ni hallazgos, otra comedia liviana que apenas se sostiene gracias a su elenco. Como siempre, en el centro está el amor en sus diferentes expresiones: reencuentros, perdones, despedidas, anuncios, nacimientos. Pero no hay libro ni tiempo para desarrollar algunas de las historias. Y la convencional mirada de Garry Marshall no ayuda en nada. Otra comedia romántica con ingredientes muy conocidos: gente simpática, historias entrelazadas, llegadas sobre la hora, caras navideñas, apuntes superficiales, música y alegría. Sobran los fuegos artificiales, pero escasea la gracia y el encanto. (** ½)