Vestidos cortos

La firma Miu Miu, la línea más juvenil de Prada, también apuesta por el naranja y lo imprime en inocentes vestidos cortos, inspirados en la década de los setenta y los adorna con lazadas e incrustaciones de cristales y abalorios.

Si Giambattista Valli, fiel a su geometría, presenta siluetas ultrafemeninas con raíces clásicas salpicadas con apuntes naranjas en vestidos hasta el suelo y pantalones cómodos, Jean Paul Gaultier, con una estética ochentera y estampados tipo “grafitti”, propone prendas arriesgadas con volúmenes coloreadas con atractivos pigmentos, muchos de ellos naranjas que juegan con azules y negros.

El gusto por la inocencia y la sensibilidad femenina conduce a muchas prestigiosas agujas a crear colecciones en tono pasteles, entre ellos el rosa palo, color que desde el pasado verano continúa en auge. Así, la firma Rei Kawakubo presenta una colección tintada con destellos rosas, en las que están presenten grandes volúmenes, infinidad de capas e importantes geometrías.

Sobre siluetas hiperfemeninas de gran personalidad, Diane von Furstenberg utiliza los bloques de color para dar fuerza e intensidad a los patrones. Entre la vistosidad de los colores sobre salen los distintos rosas que con mayor o menor intensidad se prenden sobre monos, faldas y vestidos con cintura entallada.

Mientras que el diseñador Raf Simon puso fin a su labor como director creativo de la firma Jil Sander con una colección tan minimalista como romántica, en la que el rosa pastel se instala en los abrigos largos, el creador dominicano Óscar de la Renta invita a la mujer a vestirse con patrones de la década de los sesenta que recuerdan el estilo de la icónica Jackie Kennedy. Propuestas que se confeccionan con tejidos como la seda, la lana y el pelo tintados con una paleta cromática que incluye en rosa bebe.

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