Juegos que reavivan la pasión

Para mantener viva la llama de la pareja, nada mejor que los juegos sexuales. Lo cierto es que en el amor nada está ganado de por vida, y cuando de la libido se trata, la tendencia es “dormirnos en los laureles”...

Hay que hacerle frente a la rutina y combatirla. Y cuando el deterioro de una relación se hace evidente, es clave sorprender y mantener viva la pasión.

Lo único que hay que hacer es ponerle empeño y darle rienda suelta a la imaginación.

Por eso, para aquellos que no se le caen ideas, les proponemos distintos juegos divertidos y eróticos.

Pasen, lean y pónganlos en práctica si es que quieren despertar el deseo sexual

TESORO SEXY

Este juego se trata de una tradicional búsqueda del tesoro, pero en una versión más casera y excitante. Jugará a ser Pulgarcito para encontrar el camino del deseo... ¡el tuyo!

La idea es que uno vuelve a casa bastante más temprano que el otro y prepara la puesta en escena. Es importante apaga el celular y dejar a los chicos en la casa de la abuela. La calma, es la clave de que el juego sea un éxito.

El escenario debe completarse con lámparas apagadas y velas en el suelo, desde la puerta de la entrada hasta la habitación.

Sacate la ropa y dejala tirada por el suelo en el camino hasta el cuerpo: zapatos, pollera, camisa, medias... Es importante que evites la ropa de entrecasa.

Te tirás en la cama con un lindo camisolín, te perfumás bien, en una habitación iluminada tan sólo con la luz de las velas, esperás el regreso del príncipe azul escuchando música sensual, programada para durar buena parte de la noche.

Es importante que te tomes el tiempo de prepararte para que la espera haga aumentar el deseo. Te descubrirá como un auténtico regalo ofrecido sin pudor.

EL AZAR, DE TU LADO

No tiene sentido ir al casino para jugar una noche de amor. En este juego el azar siempre va a estar de tu lado y vas a ser el ganador. Es preciso que trabajes la imaginación porque permitirá que tu pareja conozca mejor tus deseos -y viceversa- sin tener que decirlos a viva voz. Es ideal si sos un poco tímido y te ruborizas si se pronuncia una palabra un poco subida de tono.

Para empezar a jugar hay que preparar dos lindas bolsas opacas (de papel o tela de colores) y cada uno va a escribir en pequeños trozos de papel, verbos que provoquen que aumente el deseo (acariciar, lamer, chupar, mordisquear, atar...) así como partes de nuestro cuerpo. No dudes en ser preciso: muslos, pecho, clítoris, labios, boca, nalgas, ojos, pies... Hay que colocar los verbos en una bolsa y los nombre de las partes del cuerpo en la otra. Mezclar bien. Después, cada uno irá sacando un papel de cada bolsa que creará una combinación que los llevará por los caminos del placer.

Lo ideal es hacerlo en un silencio absoluto. Y lo importante es que no hace falta cantar a los cuatro vientos la combinación que salga porque de esta manera el efecto sorpresa será aún más fuerte.

Así van a descubrir nuevas prácticas y caricias hasta entonces nunca vividas. Como contrapartida, se corre el riesgo de caer varias veces en la misma combinación, pero es sólo un detalle porque no estaría nada mal.

¿TE CONOZCO?

La idea en este caso es jugar a ser un completo desconocido y, por unas horas, en lugar de ser la pareja con chicos y llevar una vida bien controlada te proponés a embarcarte en una cita a ciegas para volver a descubrirse.

Decile que se van a encontrar en un bar. Llegá con 10 minutos de retraso y sorprendelo con un estilo de ropa completamente diferente al tuyo: nuevo peinado (o peluca), traje sexy y unos tacones de vértigo si sos una adepta del casual, o con un maquillaje de impresión si generalmente no sos de maquillarte demasiado. Lo importante es que estés irreconocible.

Observalo de lejos y después acercate a él y hablale de forma descarada. Jugá con el misterio, por ejemplo hablando con acento extranjero. Inventá un trabajo glamour, un pasado sulfuroso y dejá que la magia funcione. Después proponele tomar una última copa en tu casa.

Lo cierto es que aquí, en la piel de otro personaje, se pierde la inhibición y se toma mucho más fácilmente la iniciativa. Es importante jugar realmente el juego y las más tímidas pueden sentir miedo al ridículo.

HOTEL DEL AMOR

Si ya no queda lugar de la casa que no hayas probado y la decoración ya no actúa como un afrodisíaco en nuestra vida sexual, éste es el juego indicado. Reservá una habitación de hotel para una noche y enviá una tarjeta de invitación con todos los datos a tu pareja. No hace falta irse lejos, elegí un hotel cerca de tu casa, pero un barrio que no conozcas muy bien. Así, al día siguiente, después de haber pasado una noche movida, podés ir de turistas.

Lejos de nuestro espacio habitual y de los oídos de los vecinos, seguro que te dejás llevar más fácilmente. Este juego necesita un mínimo de organización y un poco de presupuesto.

¡QUE SORPRESA!

Entre los trabajos, las tareas del colegio de los chicos y las cenas con amigos, es complicado encontrar el momento para tener sexo y estar tranquilo con tu pareja. El entusiasmo del principio, las caricias pícaras en los lugares más insólitos y la despreocupación de los enamorados apasionados ya quedaron en el paso. Por eso este juego te propone volver a recuperar la espontaneidad, y olvidarte de la planificación de antemano. Sorprendé a tu amorcito y así lograrás que esté más que contento.

Por ejemplo, si tenés que ir a una cena familiar, mientras que él termina de prepararse en el baño acercate sensualmente y ofrecele un buen juego de acción sexual con un momento de auténtico placer. Por más que sea corto el momento, lo van a disfrutar. Por la mañana, programá el despertador 20 minutos antes de la hora habitual y empezá el día con unas dosis de sexo. Es una buena forma de empezar el día.

Así, el efecto sorpresa más la excitación cronometrada da como resultado un cóctel sorprendente. En este caso, lo malo, es que se dejan de lado los preliminares y al principio puede haber tendencia a preocuparse por el reloj.