Se hizo pasar por cliente para asaltar una zapatería

Su aspecto físico y su vestimenta no despertaron la menor sospecha entre las dos empleadas de una zapatería para damas del centro platense, cuando ayer a la tarde lo vieron ingresar al local. Y menos cuando solicitó unas botas y hasta les dijo el talle.

Pero el supuesto cliente, de algo más de 30 años y de buenos modales, no tardó en dejar perplejas a ambas vendedoras cuando les reveló que se trataba de un asalto, las hizo ir hacia el fondo del comercio "Natacha", que funciona en la calle 49 entre 10 y 11, y luego se apoderó de 900 pesos de la recaudación y se dio a la fuga.

Responsables y personal de ese negocio supo más tarde que este delincuente, acompañado por una mujer, había estado en los momentos previos haciendo una compra en un local de ropa de mujer ubicado en la esquina de 49 y 11.

PIDIO BOTAS Nº 36

Natacha Scafati (28), hermana de la propietaria del local, le contó a EL DIA los detalles de cómo transcurrió este nuevo episodio de inseguridad.

"El tipo era morocho, de pelo corto, pero de buena apariencia. Las chicas que lo vieron dicen que daba la impresión de ser un cliente como cualquier otro. Estaba tranquilo y cuando fue atendido pidió ver botas del número 36", citó inicialmente.

Pero luego de comenzar su visita al lugar con esa coartada, enseguida se le fue encima a la empleada y la hizo ir para la parte de atrás del local y la otra chica siguió los pasos de su compañera.

ANTES DE HUIR, UNA ADVERTENCIA

Al ser consultada Scafati sobre si el delincuente había intimidado a las vendedoras con algún arma, respondió que "no mostró ninguna, aunque una de sus manos la tenía metida dentro de la bolsa que llevaba, como dejando entrever que podía ocultar alguna".

Sobre el monto que sustrajo, señaló que "tuvo suerte, porque hacía un ratito se había abierto el negocio y se acababa de hacer una venta de zapatos por 800 pesos. Y se llevó esa plata más otros 100 que habían quedado en la caja registradora".

Luego reveló que "antes de escapar, este tipo les dijo a las empleadas que se quedaran en el fondo del negocio hasta que escucharan el ruido de una moto que se alejaría de acá. Pero las chicas en ningún momento sintieron que arrancara alguna moto. Seguro que lo dijo para mantenerlas retenidas el mayor tiempo posible, para huir sin problemas".

Scafati aludió también a que "hace un año y ocho meses que fue inaugurada esta zapatería y es el primer asalto, aunque hemos tenido robos de mercaderías realizado por algunas mujeres aprovechando que había otras clientas".

Por último, en ese local se expresó a modo de queja que "se llamó al 911 para avisar del asalto, pero vino primero la gente de la alarma del negocio que la Policía, que llegó a los 20 minutos pese a que estamos en pleno centro".