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ELDIA |POLICIALES

Violencia en una villa con sospechas de droga al medio

Ocurrió en Chacarita. La Federal desalojó un galpón usurpado. Según los vecinos, está vinculado a la presencia de narcos. Seguridad da una versión diferente

14 de Noviembre de 2013 | 00:00
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POLICÍAS DE LA FEDERAL SE ENFRENTARON CON LOS VECINOS QUE INTENTARON RECUPERAR EL COMEDOR EN EL QUE SE ALIMENTAN UNOS 450 CHICOS. LOS INCIDENTES TERMINARON CON UNOS 10 LESIONADOS, ENTRE ELLOS AGENTES, NINGUNO DE GRAVEDAD. ANOCHE SE DESALOJÓ EL LUGAR
POLICÍAS DE LA FEDERAL SE ENFRENTARON CON LOS VECINOS QUE INTENTARON RECUPERAR EL COMEDOR EN EL QUE SE ALIMENTAN UNOS 450 CHICOS. LOS INCIDENTES TERMINARON CON UNOS 10 LESIONADOS, ENTRE ELLOS AGENTES, NINGUNO DE GRAVEDAD. ANOCHE SE DESALOJÓ EL LUGAR

Piedras, gritos y corridas de un lado. Escudos, gases lacrimógenos y bastonazos del otro. Heridos de ambos bandos y denuncias cruzadas. Todo, en torno y a causa de la toma de un comedor comunitario del asentamiento Villa Fraga, en el barrio porteño de Chacarita.

Los vecinos denunciaron que su furiosa reacción tuvo como disparador al hecho de que el galpón en el que meriendan y cenan 450 chicos, fue “ocupado por un grupo de narcos” que “quieren quedarse con el predio para hacer casas y venderlas”.

Por eso intentaron recuperarlo. La Policía Federal fue convocada para evitarlo. Y así se originó el enfrentamiento.

Anoche los agentes habían desalojado el lugar, mientras autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación desmentían la versión del barrio, al asegurar que los ocupantes son “personas en situación de calle”.

IRRUPCION

La historia comenzó a escribirse entre la noche del martes y las primeras horas de ayer en la llamada Villa Fraga -en Fraga al 900 de Capital Federal, a metros de las vías del Ferrocarril Urquiza- con la llegada de un grupo de entre 30 y 40 personas, la mayoría mujeres (cuatro de ellas embarazadas) y chicos.

Enseguida coparon el comedor, que mide 47 metros por 17, y se guardan alimentos y utensilios que ya habrían desaparecido. El terreno sobre el que se levanta es del Estado Nacional.

Con el correr de las horas la bronca de los vecinos se fue asando al calor de los rumores que vinculaban a los usurpadores con una banda narco. De a poco fueron desembarcando en las calles y los pasillos policías de la Guardia de Infantería y de la comisaría de la zona, todos de la Federal. Hacia las 18, los vecinos intentaron recuperar el galpón. Y se enfrentaron con el cerco uniformado. Los primeros tiraron piedras y sillas y estos últimos, tras los escudos, respondieron con gases lacrimógenos y bastonazos.

“La situación está muy tensa. Intentamos recuperar el galpón y no pudimos. Tenemos gente golpeada, compañeros que fueron agredidos y terminaron heridos en la cabeza”, denunció a la prensa la coordinadora del comedor La Esperanza, Julia Rosales. A consecuencia de estos incidentes seis personas fueron trasladadas a los hospitales Pirovano y Tornú. Suerte parecida corrieron cinco policías que terminaron con politraumatismos en el Churruca

Con respecto a los ocupantes del comedor, Rosales aseguró que “son narcos de acá, los conocemos todos. Es gente que vive acá y que se han metido para tirar abajo el galpón, hacer casas y venderlas”.

Según la coordinadora del comedor, los usurpadores le ofrecieron devolverle la mitad del predio. Pero anticipó: “Eso no lo podemos aceptar. Ahora la Policía dice que va a hacer algo para llegar a una solución”.

“SITUACION DE CALLE”

Una versión bien distinta fue la que salió de los despachos oficiales. Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación refirieron que los manifestantes son vecinos en situación de calle que reclaman una solución a su problema.

“Eso no es verdad, es una gran mentira. Son tipos que están acá y que venden falopa. No es gente en situación de calle, nos quieren sacar el galpón”, insistió Rosales.

El asentamiento en el que se produce este tironeo está emplazado en dos manzanas de una ex playa ferroviaria.

Conviven construcciones de hasta cinco plantas con otras de lo más precarias y su población -como la de casi todos los asentamienos porteños y bonaerenses- se duplicó en los últimos tres años. Según cifras oficiales, ahora supera los 5.000 habitantes.

Precisamente, los usurpadores reclaman el predio para construir casas para sus familias, mientras los coordinadores del comedor pusiero el foco en el hecho de que allí se brinda asistencia alimentaria diaria a casi medio millar de niños. Es más, la mayoría se llevan comida a sus domicilios.

Superados los incidentes iniciales, una tensa calma cubrió al barrio, arropada en la oscuridad de la noche. Mientras tanto, la ocupación continuó hasta poco después de las 22, cuando la policía recuperó el comedor sin nuevos altercados.

TENSION EN SILENCIO

Antes de eso, los agentes - incluso con efectivos antimotines- se dispersaron con formaciones en distintos puntos de la villa.

La mayoría de los vecinos del asentamiento estaba expectante e indignada por la actitud de los intrusos, sobre todo porque a muchos los sobrevolaba otro miedo: que también fueran ocupadas sus casas. Asimismo, permanecía interrumpida al tránsito con barricadas la intersección de las calles Fraga y Forest.

Con respecto al modo en que se produjo la toma, una vecina contó que “levantaron una chapa (del galpón donde funciona el comedor) y entraron”.

Además, los sujetos se habrían turnado para mantener la intrusión. “Sacaron todo... mercadería, ollas y otros elementos y se llevaron todo a sus casas” que estarían cerca de la villa, añadió. Otra de las mujeres denunció que los ocupantes “quieren habitar ahí, tomar posesión, tirar todo abajo y hacer casas para venderlas. Viven a la vuelta de aquí, pero no conocemos a todos”.

Otra de las voluntarias señaló que “yo estaba anoche cuando entraron, y lo primero que hicieron fue ocupar el cuartito de la mercadería”. “Soy mamá de tres hijos, trabajo para el Estado pero no me alcanza; por eso lavo, limpio (viviendas particulares) para poder llevar la comida a casa”, dijo la mujer, quien señaló que “tengo una casa de madera, no como la de ellos (los ocupantes), que es de material”.


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