Una invasión de jejenes tiene a varios barrios contra las cuerdas

Afecta muy fuerte en el norte platense. Temen por picaduras y piden fumigaciones

Pequeños, casi imperceptibles, pero molestos como si se tratara de gigantes, los jejenes invaden por estos días el norte platense y tienen a maltraer, con sus filosas picaduras, a los vecinos de las localidades de esa zona. Por lo general, la aparición de esta especie de la familia de los dípteros ocurre con la irrupción de los primeros calores, pero al parecer en esta temporada su presencia se atrasó un poco y recién ahora se hacen notar en la Región.

“Al aire libre prácticamente no se puede estar porque es impresionante la cantidad de jejenes que hay. La picadura, además, es muy fuerte y produce una roncha que no deja de picar. Tendrían que fumigar o hacer algo porque son insoportables”, dijo un vecino de 443 entre 25 y 26, City Bell, “acosado” por los molestos insectos.

Una vecina, pero en ese caso de Villa Elisa, también se quejó por la incomodidad que despertó la irrupción de los molestos insectos. “Tengo hijos chicos y me da miedo que las picaduras se infecten -dijo-. Como estamos mucho afuera nos llenamos de repelente el cuerpo, porque de otra forma no se puede estar”.

CERCA DE ARROYOS Y RIOS

El jején (“phlebotomus papatasi”, según su denominación científica) también se conoce como mosca negra, aunque puede ser negro o gris. Es un insecto diminuto, no más grande que la cabeza de un alfiler. Se lo encuentra en cualquier parte del mundo donde haya ríos o arroyos, porque pone sus huevos en lugares con agua. Necesita de la sangre caliente de los animales para sobrevivir, y ataca de tal manera que su picadura puede llegar a través de la ropa.

Es frecuente convivir con estos “micro mosquitos” durante los meses de verano en balnearios de la Región como Punta Lara o La Balandra, pero en esos lugares la gente, ya conocedora de la situación, llega prevenida con envases de repelentes. En zonas como Gonnet, City Bell y Villa Elisa, en cambio, los jejenes aparecen en la temporada primaveral o estival pero de manera esporádica. De ahí que causen incordio cuando sobrevuelan parques y jardines. Su “hora” es la del atardecer, y los sectores más afectados de la Ciudad son los que están cerca del Parque Ecológico, enorme pulmón verde aledaño a varios cursos de agua.

MOLESTAS PICADURAS

Una persona puede no darse cuenta inmediatamente de que ha sido picada por un jején. Pero poco después, la zona afectada comienza a inflamarse y hasta es posible que salga un poco de sangre. Por eso, en muchas ocasiones se forma un pequeño punto rojo en el centro de la marca dejada por el insecto.

Según señalan los especialistas, si bien no hay alto riesgo de contraer enfermedades, el jején puede llevar consigo bacterias, y por eso se recomienda lavar bien la picadura con agua y jabón. Aunque no es muy frecuente, puede afectarlas peor a las personas alérgicas y en ese caso ya se aconseja la consulta con un médico.

OPERATIVOS DE FUMIGACION

No bien arrancaron las altas temperaturas -a finales de 2012- la Municipalidad programó tareas de fumigación en cursos de agua y espacios verdes de la Ciudad.

Ya en noviembre se fumigó el Parque Ecológico, los circuitos aeróbicos de la avenida Circunvalación 72, el Parque San Martín y la República de los Niños.

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