El “abc” sobre los peelings

El otoño y el invierno son épocas ideales para descamar la piel y renovarla completamente

Un peeling es un procedimiento dermatológico que elimina capas externas de la piel indicado para mejorar su apariencia y textura. Básicamente, es una forma de exfoliación que usa sustancias y tecnología para renovar las capas de la dermis. La intensidad del peeling (superficial, medio o profundo) se determina por el tipo de problema a corregir que presenta el paciente. También se deben considerar los resultados y duración que se busca con el tratamiento. Deben ser indicados y realizados en consultorio por un médico especialista.

¿Para qué sirven?

Los peelings permiten:

* Quitar las células dañadas y muertas.

* Eliminar la acumulación de pigmentos producida por la radiación solar.

* Propiciar la regeneración de los tejidos, dando como resultado una epidermis rejuvenecida.

* Reactivar el colágeno favoreciendo la regeneración celular.

De esta forma, se logra volver la piel más delgada, y así se atenúa el grosor de las arrugas incrementando la elasticidad y tono facial.

Entre los resultados visibles, mejora definitivamente las arrugas finas alrededor de los ojos -arrugas asociadas al daño solar-, manchas y envejecimiento de la piel -cicatrices, acné- y arrugas peribucales.

TIPOS DE PEELING

Hay diferentes tipos de peeling, de acuerdo con la intensidad y profundidad que determina la sustancia a elegir para realizarlo (superficial, medio o profundo). Según el grosor de la piel, se complementa el peeling químico con el mecánico suave, más conocido como “microdermoabrasión con punta de diamante” (Micropeel, Microdermopeel o Hydrafacial) o con peeling mecánico ablativo con láser.

El peeling químico (o dermoexfoliación) se indica para lograr cambios en la textura de la piel, tratar manchas, arrugas finas, poros dilatados, cicatrices y acné. Existen diferentes tipos de ácidos para realizar el peeling químico. La acción de cada uno de ellos varía dependiendo del PH y la concentración a la cual se encuentra.

* Ácido Glicólico: se extrae de la caña de azúcar. Es una molécula de pequeño tamaño que consigue buena penetración en la piel. Puede irritar. Se indica en manchas, envejecimiento y acné no inflamatorio.

* Ácido Salicílico: se extrae de las hojas del sauce. Penetra con facilidad en los poros de la piel y tiene efecto antiséptico por eso es muy útil para desinflamar lesiones de acné. Ha demostrado beneficios para tratar manchas.

* Ácido Mandélico: se extrae de las almendras y tiene la ventaja de no producir tanta irritación como el ácido glicólico siendo útil para tratar manchas y acné en pieles más sensibles. Puede emplearse en pacientes con piel oscura.

* Ácido Retinoico: estimula la formación de colágeno y reduce la dilatación de los poros, es útil para tratar el envejecimiento de la piel y el acné no inflamatorio.

* Ácido Tricloroacético: produce coagulación proteica y síntesis de nuevo colágeno. Se indica para tratar cicatrices más profundas y pieles muy foto envejecidas. Debe realizarse siempre en pieles claras.

Los peelings se indican cada 7 a 14 días. Son aconsejables unas cinco sesiones.

MRICRODERMOABRASION

El peeling mecánico o físico -más conocido como la microdermoabrasión- consiste en la remoción mecánica y controlada de los estratos más superficiales de la piel, produciendo una exfoliación muy suave. Como consecuencia de esta exfoliación, se produce la consiguiente regeneración celular e incremento en la producción de colágeno.

Clínicamente con este procedimiento se observa un incremento en la elasticidad y tono de la piel. Son eliminadas manchas producidas por la exposición solar, y las líneas de expresión se atenúan.

Los peelings se pueden realizar tanto en el rostro como en el cuerpo, el escote y la espalda, que son las zonas mas requeridas por los pacientes.

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