Histórica fiesta en Berisso: Villa San Carlos es campeón y ascendió

El de ayer es un día que quedará grabado en la memoria de Berisso. Villa San Carlos, “la Villa”, se consagró campeón de la B Metropolitana (al imponerse por 1 a 0 ante Barracas Central) y ascendió, por primera vez en su historia, a la Primera B Nacional. Hubo una gran fiesta en las calles de Berisso

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MATIAS COLOCA Y PABLO VEGETTI LLEVADOS EN ANDAS POR LOS HINCHAS. EL ARQUERO HIZO UN GRAN TORNEO Y EL GOLEADOR, PUSO SU SELLO EN EL CAMPEON DE LA B METROPOLITANA


COMENTARIO
Por LEANDRO DUBA

El 25 de mayo de 2013 será una fecha que perdurará por siempre en la historia deportiva e institucional de Villa San Carlos.

Lo mismo ocurrió el 18 de mayo de 2009, cuando el Celeste conseguía el histórico ascenso a la B Metropolitana.

Villa San Carlos, ese club de barrio que sigue manteniendo sus raíces, y que ha sabido codearse en el ascenso con las alegrías y sin sabores, está en la B Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino. Ni más, ni menos...

Un sueño que se hizo realidad y del que muchos necesitarán tiempo para darse cuenta de lo que realmente significa.

Lágrimas, abrazos interminables y las manos acalambradas de tanto aplaudir sintetizan, de alguna manera, el desborde de felicidad que se apoderó de cada hincha, y de aquellos “viejos” simpatizantes que conocen muy de cerca lo humilde de esta entidad, que con 88 años de vida, recorre cada rincón del país después de haber conseguido semejante proeza deportiva.

ULTIMO ESCALON

Para lograr el tan ansiado sueño de convertirse en Nacional, San Carlos recibió en su estadio, ante más de seis mil personas, a Barracas Central, que venía entonado por la goleada a Temperley.

El Celeste necesitaba ganar para no depender de nadie. Y así fue.

Con el fervor de la gente, que colmó el Genasio Sálice desde las 11 de la mañana, los futbolistas salieron compenetrados a jugar los últimos noventa minutos en la divisional, sabiendo que solo dependían de ellos alcanzar el cielo con las manos, algo que se había frustrado una semana ante Chacarita.

Con la arenga previa del grupo, San Carlos propuso su juego desde el arranque.

Con la tranquilidad y cautela que siempre lo caracterizó, manejó la pelota y los tiempos ante un rival que se plantó de manera inteligente, como tratando de arruinarle la fiesta.

El fondo exhibió la solidez habitual; el medio tuvo a Ignacio Oroná y a Santiago Sommariva para poner la pausa justa y para jugar cuando el equipo los necesitó.

Y arriba los dos tanques: Pablo Vegetti, el goleador del equipo y del campeonato, y Martín Troncoso, el segundo artillero.

Y precisamente, el delantero entrerriano, el de los goles decisivos (como contra Chacarita), fue el que hizo estremecer el mediodía de Berisso, al convertir el único gol (el que a la postre, le daría el título y el ascenso a la B Nacional), a los 12 minutos de juego.

Y todo nació de un saque lateral por izquierda. El Cebolla Giménez entrega a Rancez, devolución, centro pasado al área; el arquero Elías Gómez creyó que a pelota se iba, pero no percató que por detrás de todos apareció Gonzalo Raverta, quien mandó el balón por abajo para la entrada de Troncoso.

El delantero sacó un remate mordido y esquinado para convertir el gol que vale un campeonato. Un ascenso...

Después, vendría un partido partido chato. Porque San Carlos le costó llegar al área rival, y porque Barracas propuso poco y nada. Salvo, aquel zurdazo de Gerardo Maciel, a los 27, que se estrelló en el palo izquierdo de Matías Coloca, y que de alguna manera, silenció a los hinchas.

LO CONTROLO

San Carlos retrocedió las líneas en el complemento, y esto posibilitó que Barracas se hiciera dueño de la pelota y también del terreno de juego.

Sin embargo, ese dominio del Camionero no le hizo demasiado daño a San Carlos, porque jamás logró inquietar a Coloca.

Esperar y responder de contra, fue la idea del Celeste.

Los minutos fueron pasando y el equipo conducido por Ricardo Rezza se aferraba al triunfo mínimo.

Y los hinchas, más de una vez, miraban el reloj para ver cuántos minutos iban.

Todos palpitaban el gran final de esta historia.

Ya no había tiempo para más. Ariel Suárez, el árbitro, se llevó el silbato a la boca y después de dos minutos de adicional, decretó el cierre del partido.

Jugadores desbordados de alegría se unieron en un solo abrazo en la mitad de la cancha; mientras que el cuerpo técnico también festejaba en su intimidad.

El ingreso de hinchas al campo de juego, para estar cerca de sus ídolos, le puso otro brillo mayúsculo a la fiesta que comenzó a vivirse con intensidad dentro de la cancha y en las tribunas.

El grito de aliento, las lágrimas y los abrazos fueron una constante en los futbolistas, que en pocos minutos fueron literalmente desnudados por los hinchas.

Nadie se movía en las tribunas. Al grito de ¡Dale campeón, dale campeón...! Y ¡La Villa se va de la B...! , la gente acompañó al grupo mientras daba la ansiada vuelta olímpica. La que todos esperaban.

El sexto
Con el de ayer, Villa San Carlos obtuvo el sexto ascenso de su historia. El primero fue en 1973, luego llegarían los éxitos deportivos en los años 1986, 1993, 2002 y 2009

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