Llega una nueva misión de Denzel Washington

Por MANUEL DOMINGUEZ

A su anterior criatura, “Operación Medibacha” la adjetivé como “disparatada, realista e insolente”. En “Código Tripa Gorda”, que Planeta lanzó hace menos de un mes, José Eduardo Moreno redobla la apuesta: es irreverente, ácido, divertido e inteligente. Su superhéroe rioplatense - Denzel Washington Ferreira- vuelve a someterse a las órdenes de la CIU (Central de Inteligencia Uruguaya) para “salvaguardar el honor latinoamericano ante los imperialismos que lo acechan”.

La nueva geopolítica de latinoamérica –ya con nuevos presidentes- abre el abanico para que Moreno se mueva en esas aguas seguras de la intertextualidad que le permiten que personajes de la ficción puedan jugar con personajes reales y se roben sonrisas cómplices.

Cuando todo parecía indicar que su agente secreto había pasado al retiro –para disfrutar de una vida tranquila y del sexo desenfrenado y desprejuiciado-, Denzel se encontró en la mismísima Sala de Audivisuales “China Zorrilla” para encarar una nueva misión.

“Cómo se extrañan los tiempos de la Guerra Fría”, se lamentó Ferreira después de que le explicaran que dos agentes secretos –un uruguayo, Ramón Urteaga, y un argentino, Laureano “la zarigüeya” Andrada- estaban desaparecidos después de haber viajado a China, en búsqueda de información de Li Ka-Shing, un empresario chino que figura dentro de los diez hombres más ricos del mundo.

Pero todo se complica para el James Bond latino cuando le anuncian que no son dos los agentes desaparecidos: esa lista se completa con Zé Tapinha Gonçalves, “O Maconhero”, su fiel compañero de “Operación Medibacha”, un narco, drogadicto y proxeneta recuperado para el lado del bien.

En ese terreno ambiguo de lo absurdo y lo real, es recomendable estar cerca de Google para entender esos personajes reales que aparecen inmersos en esa sátira del mundo fascinante de lo híbrido entre el non-fiction y el realismo mágico.

El fútbol –también muy presente en el ADN rioplatense- es una de las vedettes del relato que lo harán verse identificado en el primer picadito de las primeras páginas.

“Si usted llegó hasta aquí, estimado lector, no lo dude, no lea más. Arroje este libro a la basura o, mejor aún, quémelo. Es por su bien y el de los suyos. Por el bienestar de la sociedad toda”, recomienda Joaquín Morales Del Solar –periodista, presidente de la ONG “Lobbys Compartidos”-, en el último párrafo del prólogo.

Si bien los recursos pueden gastarse o empachar al lector, no es el caso de Moreno que logra articular todo el tiempo la tónica de ficción con mezcla de realidad –recurso que el autor toma de Osvaldo Soriano, a quien tanto admira-.

¿Podrá Denzel cumplir la misión que le encomendaron los mandatarios de Argentina, Uruguay y Brasil? Como no hay dos sin tres, el autor ya está escribiendo la última parte de esta trilogía disparatada.