El esfuerzo de los jóvenes para ver al Santo Padre
| 22 de Julio de 2013 | 00:00

RÍO DE JANEIRO.- Unos organizaron bingos, otros lavaron autos. Muchos recibieron ayuda de sus familias o incluso donaciones de empresas de sus comunidades. Más de un millón de jóvenes se las ingeniaron para financiar el viaje a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
Pibes de todos los puntos cardinales se congregaron en Río de Janeiro después de largas travesías de colectivo, barco o avión para ver de cerca al papa Francisco en la jornada que se realizará desde hoy y hasta el domingo 28 de julio. “Hicimos un esfuerzo gigantesco para estar aquí”, comentó el brasileño Rodrigo Almeida, de 23 años, quien viajó en lancha desde su ciudad natal de Manacapuru, en el estado norteño de Amazonas, hasta la ciudad de Manaos, a 100 kilómetros de distancia. Allí comenzó una travesía de dos días en micro hasta Río.
Envuelto en una bandera de Amazonas, Almeida contó que junto a otros jóvenes de su ciudad organizó ventas de comidas y fiestas para recaudar los 3.000 reales (1.400 dólares) que le permitieron participar en la fiesta de la juventud católica.
Como él, otros muchachos hicieron lo posible por recaudar el dinero para llegar hasta la ciudad brasileña, una de las más caras en Sudamérica, donde nadie se extraña de pagar hasta dos dólares por un café expreso.
Alvaro Alfaro, un chileno de 25 años, estudiante de teología, buscó donaciones en su comunidad, Casablanca, aledaña al puerto de Valparaíso y conocida por la producción de vino blanco. “Recibimos ayuda de una vinícola de la comunidad, la Viña Catrala, y otra gente nos hizo donaciones. También organizamos ventas de cosas como comida y ropa”, recordó Alfaro sobre los cuatro chicos de Casablanca que participan en la jornada, dentro de un grupo de cerca de 5.000 chilenos.
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