Favio Posca vuelve a incursionar en el unipersonal con “Painkiller”

Favio Posca volverá a exhibir el vértigo y el histrionismo que lo caracteriza con el estreno de “Painkiller”, su octavo unipersonal que desde esta noche ocupará su tradicional espacio en la sala Pablo Picasso, del Paseo La Plaza.

El nuevo espectáculo cuyo nombre alude a un potente analgésico de alta circulación entre los norteamericanos, debe su denominación a que “por dos horas dejás de lado tu dolor, la pasás bien y luego regresás a tu realidad”, manifestó.

“`Painkiller` es un trayecto veloz que le produce al espectador una experiencia que lo coloca en un nivel hipnótico, de magia, y es una invitación hacia lo inesperado”, abundó el actor nacido en Mar del Plata hace 46 años.

Entusiasmado por este nuevo paso actoral y autoral, apuntó que la puesta “tiene la rebeldía lógica de mis unipersonales y está conformada por diferentes escenas que trascienden en el tiempo y en donde se dan la mano la incoherencia y el sello de cada personaje”.

De entre la galería de criaturas a las que apelará para conformar el universo delirante y desbordado de “Painkiller”, adelantó que “aparecen algunos personajes de la televisión como Rocco (que integraba el staff de la comedia `Los Unicos`), pero trato de separarlos de esa referencia y de identificarme con lo que cuento en escena”.

En el mismo sentido y en relación a sus creaciones, Posca señaló que “me identifico con cada uno de los personajes que asumo, pero no soy ni travesti, ni loco”.

Otra vez metido en la vorágine de “Painkiller”, reflexionó que “me siento muy feliz con esta obra que, al ser mi espectáculo número ocho, implica reconocer que hay mucha gente que me acompaña y un público muy amplio que se agrega”.

NERVIOS LOGICOS

El también hacedor de una saga que incluye a “Mamá está presa”, “Lagarto blanco”, “Peter Pan”, “El Perro Remix”, “Alita de Posca”, “Los quiero muchísssimo” y “Bad Time Good Face”, arriesgó que “por un lado tengo los nervios lógicos de un estreno y por el otro la seguridad de que hay un show que es capaz de gustar”.

Al repasar su historia sobre tablas, apuntó que “cuando me inicié en estos unipersonales me tocó la sala más pequeña de La Plaza, pero siento que con el trabajo, la coherencia y el desarrollo artístico y estético, fui ganando espacio”.

Ese despliegue teatral acompañó un tránsito televisivo que, tras comenzar tímidamente en los ciclos humorísticos de Alfredo Casero “De la cabeza” y “Del tomate”, estalló en 1995 dentro del magazine vespertino “Nico” y le permitió ser parte recurrente del staff de la productora Pol-ka.

El espectáculo se ofrecerá de jueves a sábados a las 23.30 en la porteña sala de avenida Corrientes 1660.