Elementos de un trastorno psicopático de la personalidad

Un vínculo patológico, un caso de violencia de género en el que se percibe en el agresor un trastorno psicopático de la personalidad que no le permite ver el dolor del otro, que a sus ojos aparece como un objeto. Estas son algunas de las características que los especialistas encuentran en el caso que actualmente investiga la Justicia.

“Cuando trascienden casos de este tipo se caracterizan, por lo general, por la presencia de un agresor cuya personalidad es compatible con la existencia de un trastorno psicopático de la personalidad, que tiende a favorecer el aislamiento de su víctima con el claro objetivo de obtener su dominación plena”, explica Pedro Gargoloff, miembro de la Red Educacional de la Asociación Mundial de Psiquiatría, quien evitó referirse concretamente a este caso.

Otro de los ingredientes que suelen aparecer en este tipo de hechos de violencia de género es el ocultamiento de la conducta del agresor, que aparece a los ojos del entorno como un sujeto amable y sociable.

Por lo general, la agresión física viene acompañada de la psicológica, con una desvalorización moral de la víctima que acompaña a la agresión física.

Cuando aparece este tipo de vínculo patológico, el agresor no elige a su víctima al azar. Lo hace después de detectar determinadas vulnerabilidades que más tarde va a utilizar para lograr su objetivo de dominación.

“Generalmente, los agresores de este tipo buscan personas para vincularse que manifiestan necesitar protección. El agresor utiliza esas vulnerabilidades para manipular a la víctima que, cada vez más, va perdiendo independencia”, dice Gargoloff.

La víctima cae en una anulación total en su capacidad de tomar decisiones y termina obedeciendo las decisiones del otro.

La necesidad de ocultar una conducta que no es aceptada socialmente hace que el agresor recurra a las amenazas y a una simulación de sensibilidad y amabilidad hacia el afuera que hace que pocos sospechen lo que realmente está pasando.