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ELDIA |POLICIALES

Asalto violento tras cuento del tío

Fue en una casa de barrio Norte y las víctimas un matrimonio de libaneses, que también recibieron golpes. En una modalidad delictiva que creció este verano, un joven delincuente les preguntó por el alquiler del inmueble y al final terminó robándoles junto a otros cuatro cómplices

30 de Enero de 2014 | 00:00
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EL MATRIMONIO DE LIBANESES BRUTALMENTE ASALTADO AYER EN SU CASA DE 2 ENTRE 38 Y 39. SU HIJO ANTONIO (EN EL CENTRO) REVELÓ LOS DETALLES DEL ATAQUE COMETIDO POR CUATRO DELINCUENTES
EL MATRIMONIO DE LIBANESES BRUTALMENTE ASALTADO AYER EN SU CASA DE 2 ENTRE 38 Y 39. SU HIJO ANTONIO (EN EL CENTRO) REVELÓ LOS DETALLES DEL ATAQUE COMETIDO POR CUATRO DELINCUENTES

La historia del violento asalto que a las 13.30 de ayer sufrió un matrimonio de libaneses radicados en nuestra ciudad desde hace 60 años, comenzó a gestarse el día anterior.

Fue cuando un joven encaró a Jorge Burllaile (91) frente a su casa de 2 entre 38 y 39 y le preguntó si sabía de alguna vivienda disponible en el barrio. Quizás sabiendo de antemano la respuesta, se mostró sorprendido al escuchar a Burllaile que le decía: “Yo tengo en alquiler un departamento en la planta alta de mi casa”.

El desconocido refirió estar interesado en conocerlo, por lo que Burllaile le permitió verlo. “Le dijo que le faltaba una mano de pintura y quedó que regresaría”, contó en la tarde de ayer Antonio Burllaile (52), hijo del damnificado.

Y VOLVIO

Pasado el mediodía de ayer, el plan delictivo tuvo su capítulo decisivo. Fue cuando el mismo sujeto se presentó en el mismo domicilio, pero esta vez acompañado por tres secuaces.

“Le dijo a papá que estaba con los pintores y hasta trajeron un tarro con ese material”, citó después uno de los hijos de la pareja.

Una vez que estuvieron en el interior de la casa de Antonio y su esposa Adal (80), tres de los delincuentes -de entre 19 y 25 años- dejaron de lado su papel para comenzar a exigir la entrega de dinero. Afuera, un cómplice quedó de “campana”.

De acuerdo a lo revelado por el hijo del matrimonio, “a mamá la ataron de pies y manos en la cama, y le dieron un par de cachetazos en la cara.

También le pidieron que les diga dónde tenía el dinero, amenazándola con que iban a cortarle un dedo a papá y se lo entregarían”. Y su esposo se llevó la peor parte.

Según contó Antonio, “como al principio papá se resistió, llegando a tomar del cuello a uno de los ladrones, entre dos de ellos lo arrinconaron contra una pared y le pegaron varias trompadas en el rostro”.

Por fin consiguieron el dinero que tanto exigían, pero como la suma no los conformó, obligaron al hombre de 91 años a ir hasta la mercería que el matrimonio tiene al lado de su vivienda.

Allí lo golpearon de nuevo en diversas partes del cuerpo y lo dejaron encerrado.

PLATA Y ORO

Sobre lo sustraído por los delincuentes a esta pareja, entre los familiares que estaban en el lugar se informó que “se fueron con unos 3.400 pesos, más cuatro anillos, tres relojes, una cruz y una medalla, todo eso de oro”.

Pero los asaltantes creían que encontrarían una mayor cantidad de dinero, inclusive en dólares, como le reclamaban a las víctimas.

Por eso Antonio mencionó que “hasta buscaron plata en una maceta, revolviendo la tierra con un cuchillo”.

También “dieron vuelta” las habitaciones del inmueble, a las que dejaron en un completo desorden.

Asimismo, hizo saber que “una vez que escaparon los delincuentes, mamá, pese a estar atada, pudo asomarse a la ventana que da a la calle. La vio un florista, al que le contó lo ocurrido. Y como justo pasaba por la cuadra un policía, la pudieron liberar y luego también a papá del encierro en la mercería”.

Por la tarde, Antonio y su esposa fueron trasladados a un hospital por sus propios hijos, para que les realicen diversos estudios médicos por las lesiones que sufrieron, pero también por el shock nervioso.

En sus rostros, en tanto, se reflejaban las secuelas del durísimo momento que debieron padecer por el despiadado ataque delictivo.


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