Dictan prisión prenventiva para el novio de Mónica Farro

El empresario que mantiene una relación sentimental con la vedet y presunto amigo de Fariña, Juan Suris, será trasladado a una prisión de Pigüé supuestamente por liderar una banca de narcotraficantes

Juan Suris

El juez federal bahiense Santiago Martínez dictó la prisión preventiva por supuesto narcotráfico de Juan Ignacio Suris, novio de la vedette Mónica Farro, y ordenó su traslado a un penal de Pigüe, 130 kilómetros al norte.

Así lo informaron hoy fuentes judiciales y añadieron que para el magistrado 'prima facie' se han conseguido reunir suficientes indicios de las acciones supuestamente delictivas de Suris, de 40 años y miembro de una familia bahiense conocida por su vinculación con la industria local.

Suris fue detenido el pasado lunes 13 en un allanamiento a la casa porteña de su novia, la vedette Farro, y trasladado a Bahía Blanca por orden del juez Martínez y el fiscal Alejandro Cantaro, que lo acusan del supuesto liderazgo de una asociación ilícita.

En su declaración indagatoria, se proclamó inocente, no respondió las preguntas que tenían preparadas para hacerle, afirmó que era un simple financista y acusó a la policía de armar una causa en su contra.

La fiscalía cree que Suris sería el responsable de una banda que no solo vendía drogas sino también habría incurrido en negocios sucios vinculados con autos, dólares y las facturas "truchas".

También la acusación pidió formalmente avanzar en la imputación de delito de lavado de dinero, luego de que se encontrara sospechoso el manejo de millones de pesos en cuentas bancarias vinculadas a Suris.

En declaraciones desde su encierro en una comisaría de Bahía, la semana pasada, y aseguró: "Yo no vendo droga. Yo me dedicaba a prestar plata y estaba con el tema de las facturaciones. Nunca en mi vida consumí droga. Y me ofrezco a una rinoscopia".

También reveló que cuenta con "amigos en la policía" y contactos políticos, tras lo cual deslizó que cuando ordenaron su captura pudo haber dormido en casa de un gobernador que él apoda "El Tucu" pero cuyo nombre se negó a revelar.

Cuando le preguntaron sobre las escuchas telefónicas que lo involucrarían en la causa, Suris justificó con que "a veces uno habla mucho al pedo" y que si bien él decía que sí a todo negocio que le ofrecían "eso no quería decir que lo hiciera".

Precisamente, las escuchas telefónicas son una de las principales pruebas con las que cuenta la Justicia, según admitió hoy el fiscal de la causa.

El fiscal Cantaro había admitido que "no pudimos hacer ningún secuestro" de drogas, pero lo atribuyó a que el acusado habría ordenado "limpien todo" antes del allanamiento.

El funcionario del Ministerio Público quitó importancia al asunto porque, dijo, "la causa no se sustenta en ese allanamiento" a la quinta en donde "se cortaba la droga" sino el proceso se basa "en las grabaciones telefónicas que indican con claridad que se negociaba drogas".

Para el fiscal, además, otras pruebas importantes son "los movimientos bancarios de Suris por 14 millones de pesos durante tres años" y explicó que el acusado "dice que corresponden a movimientos de facturas truchas pero nosotros tenemos razones para creer que puede provenir de venta de drogas"

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE