Montañismo: subida al Lanín
| 5 de Enero de 2014 | 00:00

Año tras año, cientos de personas se entregan a la apasionante y bastante fácil aventura de conquistar el volcán Lanín en Junín de los Andes durante el verano. Desde la cúspide de este gigante, se pueden observar: lagos, montañas, valles y volcanes de Argentina y Chile.
“El día previo a la salida por la tarde nos reunimos para chequear el equipamiento que cada uno tiene o si no lo tienen recibirlo de parte nuestra, en las oficinas de Junín de los Andes. Nos fijamos que las cosas sirvan y estén en condiciones”, relata Andrés Holzmann, organizador de las trepadas al Lanín.
Conquistar la cumbre del volcán Lanín, puede encuadrarse como una expedición de montañismo de dificultad técnica baja o media, pero exigente desde el punto de vista físico. Es recomendable únicamente para gente con buen estado físico o entrenamiento específico para este tipo de actividades, no es necesario ningún conocimiento de montañismo o técnico antes de comenzar la salida.
Al día siguiente, por la mañana se parte hacia Tromen, la base del Lanín. Allí, luego de terminar con el registro, cada uno recibe el equipo técnico y la comida. Unos minutos después, comienza la caminata. Hasta el primer refugio, se pueden demorar entre 4 y 5 horas. El ritmo es lento y constante, y se descansan 15 minutos, después de cada hora de ascenso hasta arribar al refugio.
Al día siguiente se reinicia el ascenso. En este segundo día los tramos a caminar son mayores y con más inclinación; en, las primeras 3 horas se sube sin noche para llegar a los 3.000 metros de altitud para contemplar desde la máxima altura la espectacularidad del amanecer.
Seguidamente se sigue subiendo por la canaleta del silencio, y luego de la rimaya, se va hacia la cumbre del volcán. La cumbre es una experiencia fantástica, ya que después de todo el esfuerzo para llegar podemos apreciar de una excelente vista en 360 grados. Desde la cúspide, se puede observar los lagos, Tromen, Quillen, Huechulafquen, Epulafquen y Paimun. También los gigantes chilenos como el Villarrica, el Quetrupillan, el Osorno, el llaima, el Mocho Choshuenco y el Volcán Puyehue.
“El Lanín es una montaña y una experiencia que genera un antes y un después en la vida gente”, sentencia Holzmann.
Este ascenso se puede realizar hasta finales de abril. La organización de la salida brinda guía de montaña, todas las comidas, transporte, seguros, servicio de domos, grampones, piqueta, polainas, bastones y casco. También se pueden alquilar botas, cubre pantalón, campera, guantes, mochila, bolsa de dormir y aislante. Para más información se puede ingresar a www.alquimiaturismo.com.ar
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