El Papa se encontró con Zaffaroni

En la reunión con la Asociación Internacional de Derecho Penal Francisco se encontró con el magistrado argentino. El Sumo Pontífice condenó la pena de muerte y la prisión preventiva. "La pena de muerte implica la negación del amor” dijo

Si bien no fue de manera personal el encuentro se dio por la reunión que el sumo pontífice tuvo con la Asociación Internacional de Derecho Penal entre los cuales se encontraba el juez de la Corte Suprema. Francisco llamó a abolir la "pena de muerte, legal o ilegal y en todas sus formas", y a luchar para "mejorar las condiciones carcelarias en el respeto de la dignidad humana".

Zaffaroni en el encuentro con el Papa Zaffaroni en el encuentro con el Papa En la reunión con los juristas, el Papa señaló que "la condena perpetua es una pena de muerte escondida" y criticó las "llamadas ejecuciones extrajudiciales o extralegales", en referencia a los homicidios deliberados cometidos por algunos Estados o sus agentes "presentados como consecuencia indeseada del uso razonable, necesario y proporcional de la fuerza".

Sobre los argumentos en contra de la pena de muerte destacó, en el encuentro que contó con la presencia de Eugenio Zaffaroni, juez de la Corte Suprema, que "son muchos y bien conocidos. La Iglesia ha oportunamente enfatizado algunos de ellos, como la posibilidad de existencia de error judicial, y el uso que hacen de ella los regímenes totalitarios y dictatoriales, que la utilizan como herramienta de exterminio de toda disidencia política o de persecución de las minorías religiosas y culturales, todas ellas víctimas que para sus respectivas legislaciones son delincuentes".

Señaló también que "la pena de muerte implica la negación del amor a los enemigos predicada en el Evangelio. Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad, estamos obligados no solo a luchar por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal, y en todas sus formas, sino también para que las condiciones carcelarias sean mejores, en respeto de la dignidad humana de las personas privadas de la libertad.

Dijo en una parte de su discurso que la prisión preventiva, "es otra forma contemporánea de penas ilícitas, ocultas tras un halo de legalidad" y destacó que "en forma abusiva opera como adelantamiento de la pena, previa a la condena, o como una medida que se aplica ante la sospecha más o menos fundada de que se ha cometido un delito".

Subrayó sobre ello que "esta situación es particularmente grave en América Latina, donde el número de presos sin condena oscila entre el cincuenta y el setenta por ciento del total de las personas privadas de la libertad".

Como solución al problema planteó que "debe hacerse con la debida cautela, pues se corre el riesgo de crear otro, tanto o más grave: el de los presos sin juicio, condenados sin que se respete el debido proceso"

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE